La naviera estatal china Cosco Shipping rechazó las medidas adoptadas por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), que acusa a China de prácticas que distorsionan la competencia en las industrias de construcción naval y logística marítima.
La compañía calificó la postura de Washington como «discriminatoria», advirtiendo sobre sus efectos negativos en el comercio internacional.
«Nos oponemos firmemente a las acusaciones y a las medidas subsiguientes», declaró la empresa este lunes, en una respuesta directa al informe del USTR.
Cosco sostiene que las acciones emprendidas por la administración estadounidense “no sólo distorsionan la competencia leal e impiden el funcionamiento normal de la industria naviera mundial, sino que también amenazan su desarrollo estable y sostenible».
La disputa se enmarca en el contexto de una creciente tensión comercial entre ambas potencias, donde el sector marítimo se convirtió en un punto clave por su relevancia en las cadenas globales de suministro.
Cosco advierte que la intervención estadounidense podría tener consecuencias más amplias.
Los riesgos que ve Cosco Shipping
Según la empresa, estas medidas «conllevan el riesgo de socavar la seguridad, la resiliencia y el funcionamiento ordenado de las cadenas industriales y de suministro globales».
En su defensa, la compañía subrayó su papel como actor responsable del comercio marítimo internacional.
«Como proveedor global responsable de servicios de transporte marítimo y logístico, defendemos constantemente los principios de integridad, transparencia y cumplimiento normativo en la competencia internacional del sector», señaló Cosco en su comunicado.
Además, la naviera reafirmó su misión de continuar apoyando el comercio mundial a través de servicios eficientes y confiables.
«Mantenemos nuestro firme compromiso de apoyar el comercio global y ofrecer soluciones de transporte marítimo y logístico comercial fiables y de alta calidad a nuestros clientes en todo el mundo», concluyó.
Esta respuesta marca un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, ahora centradas en una industria clave para la economía global.
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