El impacto económico de la guerra en la Europa del Este

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Dos años después del inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, las consecuencias económicas siguen siendo palpables en Europa, especialmente en los países del este de la Unión Europea (UE). Un análisis reciente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) revela que la invasión rusa ha provocado una disminución en las arcas públicas del viejo continente, con un impacto particularmente duro en la región oriental de la UE.

Según Beata Javorcik, economista jefe del BERD, muchos gobiernos en Europa del Este temen ser atacados y enfrentar pérdidas económicas considerables sin posibilidad de recuperación. Esta incertidumbre ha llevado a un aumento significativo en los costos de endeudamiento en la región, elevándolos en alrededor de medio punto porcentual.

El conflicto también ha afectado la economía rusa de manera notable. A pesar de una mejora temporal en su previsión de crecimiento, con un aumento del 1,1% al 2,6% según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el rublo ha experimentado fluctuaciones significativas, lo que refleja la inestabilidad económica persistente en la región.

Las claves económicas de las consecuencias

La dependencia energética de algunos países europeos ha sido un factor clave en esta crisis. Antes de la invasión rusa, naciones como Alemania, Finlandia, Chequia, Eslovaquia, Hungría y Letonia dependían en gran medida del suministro de gas natural ruso, con porcentajes que oscilaban entre el 60% y el 100%.

Sin embargo, Europa ha buscado diversificar sus fuentes de energía para reducir esta dependencia. En 2023, solo el 14% de las importaciones de gas natural de la región provenían de Rusia, y se espera que esta cifra disminuya aún más en los próximos años. Además, países como Estados Unidos, Qatar y Nigeria han emergido como importantes exportadores de gas natural licuado (GNL), contribuyendo a la diversificación de las fuentes energéticas europeas.

El impacto económico directo de la guerra en Ucrania se estima en alrededor de 175.000 millones de euros, o aproximadamente el 1,1% al 1,4% del Producto Interno Bruto (PIB) de la UE en 2022. Estos costos incluyen medidas para contener los precios internos, impulsar la independencia energética y brindar apoyo a los refugiados.

Una visión optimista a medio-largo plazo

A pesar de estos desafíos, hay optimismo en la región. Aunque los costos de endeudamiento han aumentado, los países de Europa Central y del Este han demostrado resiliencia. Se espera que el crecimiento económico se recupere gradualmente en 2024, con la mayoría de los países de la región digiriendo gran parte del impacto económico causado por el conflicto.

A pesar de las dificultades, la Europa del Este está experimentando una convergencia económica real. El PIB per cápita de países como Eslovenia, Polonia y Lituania está en camino de superar a naciones del sur de Europa como España e incluso igualar a Italia en los próximos años, lo que refleja un crecimiento económico sostenido a pesar de las adversidades.

En conclusión, aunque la invasión rusa de Ucrania ha dejado profundas cicatrices económicas en Europa, la región muestra una resiliencia notable y una determinación para superar los desafíos presentes y futuros. La diversificación energética y el crecimiento económico continuo son pilares fundamentales en el camino hacia la recuperación y el desarrollo sostenible en Europa del Este.

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