2025: Una radiografía del futuro económico global

España y EEUU serán las grandes economías industrializadas que más crezcan en 2024 y 2025Getty Images

El año 2025 se perfila como un escenario económico lleno de desafíos y oportunidades, donde las dinámicas globales estarán marcadas por economías a diferentes ritmos, una China en plena desaceleración y un notable protagonismo de España en Europa. Analizamos las tendencias clave que dominarán el panorama internacional, desde las previsiones para las grandes potencias hasta el rol creciente de las economías emergentes. 

Estados Unidos y Europa: Dos trayectorias divergentes

Mientras Estados Unidos avanza hacia un «aterrizaje suave» tras un periodo de desinflación, Europa sigue lidiando con altos costes laborales y márgenes empresariales en retroceso. En el lado estadounidense, las políticas fiscales de una posible nueva administración de Donald Trump podrían revitalizar la demanda a corto plazo, aunque con el riesgo de reactivar la inflación y moderar las bajadas de tipos por parte de la Fed. 

Por el contrario, Europa afronta un contexto más restrictivo. Los costes laborales unitarios en la eurozona han subido un 4,5% interanual, golpeando especialmente a países como Alemania, Italia y Francia. Las empresas enfrentan una caída en las tasas de margen, mientras las insolvencias crecen. Todo apunta a que la región mantendrá su lento ritmo de recuperación en 2025. 

España: El motor económico de Europa

En este panorama desigual, España destaca como el motor económico del continente. Coface estima que el país crecerá un 2,3% en 2025, superando con creces a grandes economías como Alemania (0,4%) e Italia (1%). Este liderazgo se apoya en un consumo más sólido, impulsado por la caída de la inflación y la creación de empleo, junto con un aumento en la inversión y la fortaleza de las exportaciones. 

El crecimiento equilibrado y responsable de España marca una referencia para Europa, especialmente tras su rápida recuperación de los niveles pre-COVID”, asegura Carlos Cuerpo, ministro de Economía. Además, se prevé que en 2025 la economía española genere medio millón de empleos, reduzca la tasa de desempleo y eleve los salarios reales, afianzando su papel en la eurozona. 

China: Una desaceleración estructural

China, por su parte, continúa enfrentándose a una profunda desaceleración económica. La crisis inmobiliaria, el bajo consumo interno y un entorno internacional cada vez más proteccionista han puesto en jaque su modelo de crecimiento. Ante estas dificultades, la economía china dependerá en mayor medida de las exportaciones, un área donde ya sufre debido a la «guerra de la electrónica» con Estados Unidos. 

Esta pugna tecnológica, centrada en el dominio de los semiconductores y la inteligencia artificial, ha costado a China 150.000 millones de dólares en exportaciones hacia Estados Unidos desde 2017. Si la rivalidad sigue escalando, la fragmentación de la industria mundial podría consolidarse, alterando las cadenas de suministro globales. 

El auge de las economías emergentes

Mientras las grandes potencias muestran señales de estancamiento, las economías emergentes están listas para liderar el crecimiento global en 2025. Países del Golfo, Sudamérica y el Sudeste Asiático aportarán el 40% del crecimiento mundial, el nivel más alto desde 2012. En esta lista destacan regiones como Argentina, gracias a su recuperación económica, e Indonesia, Vietnam y Filipinas, que consolidan su protagonismo en Asia. 

El avance de estas naciones será impulsado por condiciones de financiación más favorables y un repunte en la producción de petróleo en los países del Golfo, aunque los precios del crudo podrían verse afectados por tensiones geopolíticas, como un posible bloqueo del estrecho de Ormuz. 

Políticas monetarias más laxas, pero con riesgos fiscales

El alivio en los precios de las materias primas permitirá una relajación de las políticas monetarias en muchos países. En la zona euro, los tipos de interés podrían situarse en torno al 2,5% a finales de 2025, mientras Estados Unidos mantendría una postura más cautelosa debido a los riesgos inflacionarios. Sin embargo, las políticas fiscales restrictivas en economías como Italia y Francia podrían contrarrestar los efectos positivos de esta relajación, limitando el crecimiento. 

Un año decisivo para la economía global

A medida que se aproxima 2025, el mundo económico se encuentra en un momento de transición. Desde el liderazgo emergente de España en Europa hasta el impacto del proteccionismo sobre China, pasando por el ascenso de las economías emergentes, el mapa económico mundial está evolucionando rápidamente. 

La clave para los próximos años estará en cómo los países y empresas adapten sus estrategias a un entorno global cada vez más complejo, donde los retos económicos se entrelazan con la incertidumbre geopolítica y la transformación tecnológica. 

 

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