El banco holandés ABN Amro obtuvo un beneficio neto atribuido de 619 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una caída del 8,2% respecto al mismo periodo de 2024. A pesar de este descenso, las ganancias superaron las previsiones del mercado, reflejando una evolución sólida en un entorno económico complejo.
El retroceso del beneficio estuvo condicionado principalmente por la disminución del 4% en los ingresos por intereses, uno de los pilares del negocio bancario. En conjunto, los ingresos operativos alcanzaron los 2.145 millones de euros, lo que supone una reducción del 2,4% interanual.
Nuevos avances en ABN Amro
No obstante, la entidad mostró avances significativos en otras áreas. La cartera hipotecaria se incrementó en 1.700 millones de euros y los préstamos corporativos crecieron en 900 millones, lo que refleja una mayor actividad crediticia. Asimismo, las comisiones aumentaron un 8%, hasta los 507 millones de euros, con aportaciones positivas desde todas las unidades de clientes.
En términos de solvencia, el ratio CET1 mejoró del 14,5% al 14,7%, reforzando la posición de capital del banco.
«En estos tiempos difíciles, ABN Amro tuvo un buen desempeño«, señaló Marguerite Bérard, consejera delegada de la entidad, quien subrayó el objetivo de «mejorar la rentabilidad, optimizar el capital, ajustar los costes y lograr un crecimiento significativo».
Además, la directiva anunció que el próximo noviembre se presentará el nuevo plan estratégico para guiar la evolución futura del banco.
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