Las cuentas de Bayer para los primeros nueve meses de 2024 no han sido bien recibidas por los mercados. Las acciones de la multinacional alemana cayeron un 12% este martes, reflejando la mala acogida de sus resultados financieros.
La compañía farmacéutica registró pérdidas por 2.217 millones de euros entre enero y septiembre, aunque logró reducirlas en un 48% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, la caída en las ventas y los ajustes en sus previsiones marcan un panorama preocupante para el cierre de año.
Entre enero y septiembre, Bayer facturó 34.877 millones de euros, lo que representa una caída del 2,5% respecto al mismo periodo de 2023.
Las ventas disminuyeron en todas sus divisiones, y el beneficio bruto de explotación (EBITDA) se redujo un 14,7%, situándose en los 6.811 millones de euros.
En el tercer trimestre, la situación no mejoró: la compañía perdió 4.183 millones de euros, un 8,45% menos que en el mismo trimestre del año pasado, aunque es su segundo trimestre consecutivo con resultados negativos.
Los planes de Bayer
El flujo de caja libre también experimentó una caída significativa del 29,4%, alcanzando los 1.148 millones de euros. Por su parte, la deuda financiera neta se situó en 35.037 millones de euros, lo que supuso una disminución del 4,7% respecto al final de junio, principalmente debido a los ingresos operativos y los efectos cambiarios.
Frente a este panorama, Bayer ha ajustado a la baja sus previsiones de EBITDA para el año, estimando ahora un rango entre 10.400 y 10.700 millones de euros, inferior al pronóstico previo de entre 10.700 y 11.300 millones.
La compañía sigue enfocada en su plan estratégico para reducir costos y mejorar la eficiencia, con un objetivo de ahorro de 2.000 millones de euros anuales para 2026. Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente en relación con litigios en Estados Unidos y la sostenibilidad de su modelo financiero.
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