Audi ha decidido volver a sus raíces en la denominación de sus modelos, dejando atrás el sistema introducido hace apenas dos años que diferenciaba los coches eléctricos de los de combustión mediante números pares e impares. A partir de ahora, la marca recuperará su esquema tradicional y utilizará la etiqueta e-tron para identificar a sus modelos eléctricos.
Adiós a los pares e impares, vuelta a lo clásico en Audi
Desde sus inicios, Audi ha seguido un orden ascendente basado en el tamaño de sus vehículos: el A3 como compacto, el A8 en el segmento de lujo, el Q2 como SUV pequeño y el Q8 como el más grande, entre otros. Sin embargo, en un intento por diferenciar mejor su gama de combustión y electrificada, la marca alemana introdujo un nuevo sistema en el que los números pares correspondían a modelos eléctricos y los impares a vehículos con motor de combustión.
Ese planteamiento, sin embargo, ya es historia. Audi ha confirmado que regresa a su esquema original, eliminando la distinción por números y retomando la denominación e-tron para identificar sus modelos 100% eléctricos.
¿Cómo se aplicará este cambio en Audi?
Para entenderlo mejor, basta con analizar el caso del Audi Q8. Este SUV nació como un modelo de combustión, pero con la llegada del nuevo esquema de nomenclaturas, la variante eléctrica pasó a llamarse Q8 e-tron. Ahora, con el regreso a la estructura tradicional, se mantiene esa diferenciación mediante el apellido e-tron, como ya ocurrió en su día con el antiguo A3 e-tron.
Este ajuste también afecta a futuros lanzamientos como el Audi A4 eléctrico, que inicialmente iba a recibir un nombre diferente para distinguirlo de su variante de combustión, el A5. Lo mismo ocurría con el nuevo A6 eléctrico y su contraparte de combustión, el A7. Con el cambio de estrategia, se espera que los modelos mantengan su denominación clásica, diferenciándose solo por su motorización.
¿Afectará a los modelos actuales?
Audi ha aclarado que este cambio no será retroactivo, por lo que los vehículos que ya están a la venta conservarán su denominación actual. Es decir, el A5 y A6 de nueva generación seguirán con su nomenclatura asignada, al igual que los A4 y A7 eléctricos que aún están por presentar.
Sin embargo, en futuras generaciones podrían surgir ajustes en el diseño y la estructura de la gama. Por ejemplo, los A5 y A7 Sportback, conocidos por su carrocería con caída de techo deportiva, podrían ver modificaciones en su diseño para adaptarse a la nueva estrategia de Audi.
¿Una marcha atrás en la electrificación?
El regreso a la nomenclatura clásica y la posibilidad de fabricar tanto modelos de combustión como eléctricos bajo la misma denominación podría interpretarse como un cambio de rumbo en la estrategia eléctrica de Audi. Al igual que Toyota o Volvo, la marca de Ingolstadt parece estar reconsiderando la viabilidad de los modelos eléctricos, al menos al ritmo que exige la regulación europea.
Este ajuste llega en un contexto de descenso en las ventas de coches eléctricos en Europa y EE.UU., sumado a la reducción de ayudas gubernamentales en países como España. Todo ello podría estar afectando los planes de electrificación de Audi y otras marcas.
El primer modelo con la nomenclatura clásica
El primer modelo que marcará el regreso de Audi a su sistema tradicional será el nuevo Audi A6 con motor de combustión, cuya presentación mundial está programada para el 4 de marzo.
Este movimiento refuerza la idea de que Audi busca una estrategia más flexible, en la que combustión y electrificación convivan bajo una misma nomenclatura, adaptándose a la demanda del mercado sin cambios drásticos en su identidad.
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