Banco Santander acaba de cerrar una nueva venta de financiación de hoteles. El banco ha vendido a Bank of America un paquete de ocho préstamos a hoteles en España, valorados en casi 90 millones de euros. Lo curioso es que estos préstamos están al día en pagos, aunque han tenido alguna dificultad o han sido refinanciados en el último año, por eso se les llama en el mundo financiero “reperforming”.
Por este lote, llamado Proyecto Cosmos, también se interesaron otros grandes jugadores como Cerberus, Golden Tree y Ben Capital. Este tipo de operaciones, que son más pequeñas y específicas, se suelen vender a mejor precio que esas enormes carteras llenas de miles de créditos, porque el comprador puede analizar bien cada caso.
La movida recuerda a la cartera Zeta, que Banco Santander vendió el año pasado: un conjunto de créditos hoteleros por casi 300 millones, que se quedó JP Morgan por unos 200 millones. Esa cartera tenía financiación a seis clientes y garantías sobre 30 hoteles.
¿Por qué se venden estos préstamos?
Las ventas de préstamos “singulares” o individuales están cada vez más de moda en la banca para aligerar balances y reducir provisiones. Ya no se venden esas gigantescas carteras de activos malos, sino que ahora se tira más a vender activos concretos y gestionarlos con especialistas.
Banco Santander es uno de los bancos más activos en esta táctica. En los últimos meses ha vendido la cartera Rock (90 millones en financiación) al fondo KKR y otra de 250 millones de ladrillo y deuda a Fortress y Balbec.
En poco más de un año, el banco ha colocado carteras por más de 3.200 millones de euros. A finales de marzo, su ratio de morosidad estaba en un 2,99%, mejor que el 3,10% del año anterior, y tenían provisiones que cubrían el 65,7% de la financiación dudosa. Los activos deteriorados sumaban casi 35.000 millones y tenían un fondo para insolvencias valorado en casi 23.000 millones.
Además, a cierre de 2024, Banco Santander tenía 4.823 millones en activos adjudicados (cosas que el banco ya controla, tipo inmuebles), menos que los 5.506 millones del año anterior, y si restamos provisiones, se queda en 2.131 millones en valor neto.
El mercado de compra-venta de carteras está en plena ebullición. Según Axis Corporate, el año pasado se movieron operaciones por un total de casi 18.000 millones de euros brutos. Pero ojo, solo unos 6.700 millones fueron nuevas ventas hechas por bancos; el resto fue compraventa entre inversores. Uno de los movimientos más grandes fue el de Sareb, que vendió activos por 1.500 millones de euros.
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