Barceló aprueba el mayor dividendo de su historia

El Grupo Barceló ha anunciado la distribución del mayor dividendo de su historia, con una propuesta de 78,5 millones de euros para repartir entre sus accionistas, cifra que casi triplica los 30 millones repartidos en 2023 y cuadruplica los 20 millones de 2022. Esta decisión refleja los excelentes resultados obtenidos en 2024, ejercicio en el que el grupo balear alcanzó una cifra de negocios de 7.500 millones de euros, un crecimiento del 13% respecto al año anterior, y un EBITDA de 660 millones, con un aumento del 24%. Además, su beneficio neto se disparó un 56% hasta los 301,8 millones de euros, eliminando por completo su endeudamiento.

Las previsiones para 2025 son optimistas, con un beneficio neto estimado de 310 millones de euros, un crecimiento del 3%, y un aumento de la inversión prevista de 400 a 500 millones de euros, destinada a nuevas aperturas y reformas. En 2024, el grupo inauguró 15 hoteles, expandiéndose a destinos como Tailandia y Cabo Verde.

En paralelo, el grupo ha puesto en marcha un proceso de sucesión generacional, incorporando a dos miembros de la cuarta generación familiar al comité de dirección: Marta Barceló Fontirroig, hija de Simón Pedro Barceló, y Antonio Tovar Barceló, hijo de Antonia Barceló. Esta transición prepara el relevo de la presidencia, que dejará la bicefalia en noviembre con la salida de Simón Barceló Tous, que cumplirá 65 años y dejará el cargo ejecutivo según los estatutos del grupo.

Marta Barceló, licenciada en Relaciones Internacionales y ADE por la Universidad Pontificia Comillas, tiene experiencia en la gestora estadounidense Crestline y en el hotel Ritz-Carlton de Marriott en Alemania. Recientemente fue nombrada presidenta de Crestline. Por su parte, Antonio Tovar ha asumido el cargo de consejero delegado para Centroamérica y Caribe, supervisando operaciones en países como República Dominicana, Cuba, Aruba, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala.

El reparto accionarial del grupo no sufrirá cambios inmediatos, manteniendo como mayor accionista a Simón Pedro Barceló con un 24% de los títulos, seguido por otros miembros de la familia con porcentajes menores.

Con esta estrategia, Barceló busca consolidar su posición en el mercado turístico y asegurar una transición ordenada hacia la nueva generación, apoyada en sólidos resultados financieros y un ambicioso plan de expansión.