BBVA México está tirando fuerte del crédito, con un crecimiento del 17,2% interanual en el primer trimestre, gracias sobre todo a los préstamos a pymes y consumo. Pero ni con esas buenas cifras el banco se ha animado a subir su previsión de crecimiento para el año. ¿El motivo? La incertidumbre comercial que sigue provocando Donald Trump.
Aunque ahora mismo están activos los aranceles del 25% al acero y aluminio mexicano, la política arancelaria de Trump es tan volátil que BBVA prefiere mantenerse en modo cautela. Onur Genç, CEO del banco, lo explicó así en su charla con analistas: “Hay demasiada incertidumbre. Si todo sigue igual, México podría salir beneficiado, pero es pronto para lanzar las campanas al vuelo”.
Además, aclaró que ese 17% de crecimiento viene sobre todo de créditos a corto plazo, mientras que los préstamos a largo han flojeado. Por eso, aunque los números de enero a marzo pintan bien y abril también fue positivo, BBVA quiere esperar antes de mejorar sus previsiones, que siguen siendo de un crecimiento a “dígito alto”.
En cuanto a resultados globales, el banco ganó 2.698 millones de euros, un +22,7% frente al primer trimestre de 2024, gracias al tirón en la financiación y la gestión de activos. Eso sí, la evolución fue muy distinta según la región.
En España, el beneficio subió un 44%, mientras que en México bajó un 7,6%, aunque no por culpa del negocio en sí, sino por el efecto divisa: el peso mexicano cayó un 2,3% frente al euro. Aun así, México sigue siendo la joya de la corona, aportando casi la mitad del beneficio total del grupo.
BBVA quiere mantener la eficiencia por encima del 30%
De cara a 2025, BBVA quiere mantener la eficiencia ligeramente por encima del 30% y un coste del riesgo de unos 350 puntos básicos, más alto que los 305 actuales. Pero otra vez, por culpa de la incertidumbre comercial, no han querido tocar esas previsiones.
«No vemos un impacto directo ahora mismo, pero si **la economía de EE.UU. se enfría, México lo va a notar”, dijo Genç. En cambio, en España sí se permiten algo más de optimismo y bajan el coste del riesgo previsto a 35 puntos (eran 38).
Todo esto pasa mientras BBVA sigue metido de lleno en la opa por Sabadell. Cuando se abra el canje, serán los accionistas del banco catalán los que tendrán que decidir si se suman o no al proyecto que lidera Carlos Torres Vila.
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