La multinacional Deutsche Telekom ha cerrado el primer trimestre de 2025 con un beneficio neto de 2.800 millones de euros, lo que supone un aumento del 43,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Ante estos sólidos resultados, el operador alemán ha decidido revisar al alza sus previsiones para el conjunto del ejercicio.
El beneficio ajustado se situó en 2.400 millones, con un crecimiento del 9,1%, mientras que los ingresos totales aumentaron un 6,5%, alcanzando los 29.800 millones de euros. Dentro de esta cifra, las ventas de servicios aportaron 25.000 millones, un 6,3% más que en el primer trimestre de 2024.
Además, el Ebitda ajustado de la compañía avanzó un 7,9%, hasta los 11.300 millones de euros, y el flujo de caja libre se disparó más de un 50%, hasta los 5.600 millones.
Tras estos resultados, Deutsche Telekom ha ajustado sus objetivos anuales y prevé ahora un Ebitda ajustado de 45.000 millones de euros (frente a los 44.900 millones anteriores) y un flujo de caja libre cercano a los 20.000 millones.
“Nuestras cifras hablan por sí solas: seguimos en la dirección correcta”, ha afirmado Tim Höttges, consejero delegado del grupo, quien también ha subrayado la resiliencia de la compañía “a pesar de un entorno desafiante”.
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