Duro Felguera: Una historia de oportunidades perdidas y reinvenciones forzadas

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Fundada en 1858, Duro Felguera pasó de ser una siderúrgica a una potencia en ingeniería, alcanzando su apogeo en 2012 con ganancias récord de 116 millones de euros y ventas de 916 millones. Sin embargo, una década después, enfrenta su tercer rescate y un preconcurso de acreedores que pone en jaque su futuro. ¿Qué salió mal? 

Duro Felguera de éxito internacional a crisis financiera 

En su época dorada, Duro Felguera lideró macroproyectos globales como Termocentro en Venezuela (1.500 millones de euros) y centrales en Brasil (800 millones). Pero la expansión internacional mal-gestionada y la competencia feroz marcaron el inicio de una serie de problemas: sobrecostes, incumplimientos y litigios multimillonarios en países como Australia, Argentina y Reino Unido. 

Para 2015, las pérdidas alcanzaron los 68,8 millones de euros. Un año después, ya superaba los 250 millones de deuda. En 2017, el golpe final llegó con una investigación por presuntos sobornos en Venezuela y un deterioro financiero irreversible. La banca tuvo que refinanciar la deuda, aceptando quitas de 233 millones de euros y dejando a la compañía con activos comprometidos y un futuro incierto. 

La sombra de los litigios y los rescates 

Tras un breve respiro en 2018, la pandemia agravó los problemas. En 2020, Duro Felguera solicitó ayuda al fondo de rescate de empresas estratégicas de la SEPI, obteniendo 120 millones de euros. Sin embargo, la condición de «estratégica» fue cuestionada, ya que la firma arrastraba problemas mucho antes del COVID-19. 

La llegada de nuevos accionistas, liderados por el mexicano Grupo Prodi, parecía marcar el comienzo de una nueva era. Pero las pérdidas continuaron: 21,9 millones en 2023 y 26 millones en el primer semestre de 2024. La compañía se enfrenta ahora a litigios globales por más de 700 millones de euros, con provisiones insuficientes y un patrimonio neto negativo. 

¿Un futuro incierto? 

La situación actual es crítica. Con un nuevo CEO al frente, Eduardo Espinosa, y la negativa de bancos y accionistas a inyectar más capital, el futuro de Duro Felguera parece depender de un posible canje de créditos por acciones por parte de la SEPI. Esto convertiría al Estado en accionista mayoritario, pero con un alto costo para las arcas públicas. 

Mientras tanto, los desafíos legales en Argelia, Dubái y otros mercados amenazan con aumentar la presión financiera. La historia de Duro Felguera es un recordatorio de que el éxito empresarial requiere no solo ambición, sino también una gestión estratégica sólida, especialmente en mercados globales competitivos. 

 

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