Lo que en un principio era una celebración importada de Estados Unidos, enfocada principalmente en niños y con poco arraigo en la cultura española, se ha convertido en una de las fechas más esperadas del calendario. Halloween ha pasado de ser una moda pasajera a ser un fenómeno social y económico que moviliza a millones de personas y millones de euros cada año en España.
En los últimos años, el gasto en productos relacionados con Halloween ha crecido de forma notable. De acuerdo con la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), en 2023 los españoles destinaron más de 400 millones de euros a la celebración, lo que supuso un aumento del 20% respecto al año anterior.
Los protagonistas indiscutibles de este auge son los disfraces, la decoración, los dulces y los eventos. Sin embargo, el impacto de esta festividad va mucho más allá, impulsando una tendencia que involucra a diferentes sectores del comercio y el ocio.
La clave del éxito comercial
Los disfraces se han convertido en uno de los pilares de Halloween. Según datos de la industria, más del 35% del gasto total se destina a la compra de disfraces, una tendencia impulsada principalmente por las redes sociales como Instagram y TikTok. Estas plataformas fomentan la personalización y creatividad en los atuendos, lo que ha llevado a muchos a buscar opciones cada vez más originales y detalladas.
“Hace 10 años, la mayoría de los clientes buscaban disfraces de brujas o vampiros. Hoy, las personas se inspiran en series, películas y videojuegos, lo que nos obliga a innovar cada año”, comenta Ana Gómez, encargada de una tienda de disfraces en el centro de Madrid.
En cuanto a la decoración, el crecimiento ha sido igualmente destacable, con un aumento del 15% anual en ventas. Las tiendas ofrecen una amplia gama de productos, desde las tradicionales calabazas hasta figuras animadas de esqueletos y luces temáticas. Grandes superficies como Carrefour y El Corte Inglés han aumentado el espacio dedicado a estos artículos, mientras que plataformas como Amazon se han consolidado como los mayores distribuidores.
Gastronomía
El sector gastronómico también ha sabido capitalizar la fiebre por Halloween. Pastelerías y supermercados reportan un incremento significativo en la venta de dulces y productos decorados para la ocasión. De hecho, según Nielsen, la venta de chucherías durante el mes de octubre aumenta un 40% en comparación con otros meses.
Los restaurantes, por su parte, han diseñado menús temáticos con nombres terroríficos y bebidas decoradas, buscando atraer tanto a familias como a jóvenes que buscan una experiencia diferente.
Experiencias y ocio
El crecimiento de Halloween en España no se limita a los productos. Las experiencias temáticas han cobrado un gran protagonismo en esta fecha, especialmente entre el público joven. Desde escape rooms ambientadas hasta fiestas privadas y eventos especiales en parques temáticos, la oferta ha crecido exponencialmente.
Ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla se han adaptado a esta tendencia con la organización de rutas de terror, visitas a cementerios y festivales de cine de miedo, que atraen a turistas locales y extranjeros. El turismo temático ha encontrado en Halloween un nicho cada vez más rentable.
El éxito de Halloween en España se debe, en gran medida, a la efectiva estrategia de marketing que han desarrollado las empresas. Desde concursos de disfraces en redes sociales hasta retos virales y promociones especiales, el marketing digital ha sido fundamental para consolidar la festividad como un evento esperado año tras año.
Un Fenómeno que llegó para quedarse
En pocos años, Halloween ha pasado de ser una fiesta poco conocida a convertirse en una de las fechas más importantes del último trimestre del año, junto con el Black Friday y la Navidad. Aunque en términos económicos aún queda camino para alcanzar la magnitud que tiene en Estados Unidos, el crecimiento es innegable y su impacto en la economía española es ya significativo.
“Cada vez más familias y empresas se preparan para Halloween como si fuera una pequeña Navidad”, opina Ana Martínez, propietaria de una tienda de decoración. “Para nosotros, octubre ya se ha convertido en uno de los meses más rentables del año”.
La expansión de Halloween en España es un claro ejemplo de cómo las festividades extranjeras pueden adaptarse a las nuevas realidades y preferencias de los consumidores, creando nuevas oportunidades para el comercio y el ocio. Una muestra más de que las costumbres pueden cambiar y evolucionar, pero el deseo de celebrar y disfrutar sigue siendo el mismo.
© Reproducción reservada