Iberdrola ya está a tope con su nuevo plan estratégico, y pinta ambicioso. Desde marzo la eléctrica viene cocinando las claves para su crecimiento en los próximos años y, ojo, porque el foco no está en montar más parques eólicos, sino en modernizar las redes eléctricas donde ya opera. ¿La apuesta más fuerte? Reino Unido.
La compañía va a meter 12.420 millones de euros (10.600 millones de libras) solo para reforzar su red de transmisión en UK entre 2026 y 2031 (periodo RIIO-T3). Esto es más del triple de lo que metieron en el ciclo anterior. La idea es clara: hay que subir el nivel de las infraestructuras para que puedan absorber la avalancha de energías renovables, almacenamiento y consumo eléctrico que viene con la electrificación de todo.
Ofgem tiene que dar el OK
Ofgem, el regulador británico, tiene que dar su ok antes de final de año, aunque ya en julio dará un primer veredicto. Desde SP Energy Networks (filial británica de Iberdrola) ya han trazado el plan: facilitar la conexión de 19 GW de renovables (vs. 11 GW en el ciclo anterior) y ampliar el corredor Escocia-Inglaterra (B6) de 6,6 GW a 10 GW en esta fase… y hasta 40 GW en 2040.
En resumen, van a construir a saco: 12 nuevas subestaciones, 450 km de circuitos modernizados, 87 km de líneas aéreas nuevas y 35 km de cables subterráneos. Todo esto centrado en Escocia, con trabajos clave en puntos como Coylton, Currie o Denny North.
Iberdrola dará más de 100 millones
Y no solo eso. Iberdrola también va a soltar más de 100 millones de euros para reforzar la red contra amenazas físicas, climáticas y ciber. Su meta: fiabilidad del 99,9% (que ya casi tienen).
Esto no es solo gasto, también es curro. Se van a generar 1.400 empleos directos (el doble de los que tienen ahora en esta división) y se estiman más de 11.000 empleos indirectos en todo el Reino Unido. Además, se espera un impacto económico de 2.345 millones de euros al año en el PIB británico.
¿Objetivo final? Que Iberdrola sea una compañía de redes con cero emisiones en 2035. Y para ir calentando, meten 23 millones de euros en un Net Zero Fund para proyectos comunitarios de descarbonización, y todos los proyectos nuevos vendrán con un mínimo de +10% en ganancia neta de biodiversidad.
Y no, no será gratis. El impacto en el bolsillo medio de los británicos será de 6,47 libras al año por hogar. A cambio, los beneficios esperados son de 202 euros por hogar. Vamos, que compensa.
El plan también viene con digitalización (110 millones en soluciones de datos), uso de tecnología puntera sin gases contaminantes (libre de SF) y hasta se usarán zonas de restauración distribuida para reactivar la red en caso de apagón a toda leche.
Contratos ya en marcha
Esto no es solo promesa: SP Energy Networks ya ha adjudicado contratos por 1.650 millones de euros para proyectos críticos en Escocia. El objetivo: liberar capacidad para más viviendas, industrias y renovables, reducir la dependencia del gas y blindar la seguridad energética.
Este anuncio encaja con el plan de ScottishPower (filial también de Iberdrola), que quiere duplicar su inversión en Reino Unido hasta 28.200 millones de euros para 2028, con dos tercios yendo a redes.
De hecho, Iberdrola ahora tiene más proyectos encima de la mesa de los que puede asumir, y por eso están seleccionando solo los más rentables. ¿Qué están haciendo entonces? Frenar un poco el desarrollo de nueva capacidad renovable y priorizar las redes donde la rentabilidad es top para los accionistas.
Estados Unidos, la otra joya de la corona
Y ojo, que EE.UU. también va a tener su parte del pastel. Iberdrola tiene planeado meterle más de 20.000 millones de euros en los próximos cinco años. Ya llevan invertidos 50.000 millones de dólares en los últimos 20 años, y ahora toca acelerar para modernizar, ampliar y digitalizar sus redes allí. La demanda no para de subir y hay que estar listos.
Solo en Nueva York ya han cerrado acuerdos por más de 3.000 millones, y van a seguir atentos a oportunidades renovables. Tienen una cartera brutal: más de 25 GW con 1 GW nuevo en construcción cada año.
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