Las grandes constructoras españolas vuelven a apuntar alto en Estados Unidos. Esta vez, el objetivo es un megaproyecto de más de 3.000 millones de euros para mejorar la autopista I-285, que rodea Atlanta (Georgia), con la construcción de nuevos carriles de peaje en su tramo norte.
La jugada es clave: este proyecto no solo mejorará la movilidad en una de las carreteras más transitadas del país, sino que podría abrir la puerta a contratos aún más grandes. Si se activan ciertos derechos de negociación preferente, el alcance total podría dispararse hasta los 30.000 millones de euros, lo que lo convertiría en el mayor contrato de infraestructuras en EE.UU. hasta la fecha.
¿Quiénes están en la carrera? ACS, Acciona, Sacyr
Para maximizar opciones, las constructoras han vuelto a apostar por los consorcios estratégicos. Así están formados los equipos:
Acciona y ACS, se alían nuevamente con el fondo francés Meridiam, con quienes ya han ganado otros grandes contratos en EE.UU. Sacyr, se une al grupo australiano Plenary para reforzar su oferta. Ferrovial y Vinci, presentan propuestas por separado con socios locales.
El contrato implica diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de los nuevos carriles a cambio de los ingresos futuros del peaje.
¿Por qué Atlanta?
La I-285 es una de las autopistas más congestionadas del país, con más de 240.000 vehículos diarios. El plan, llamado «I-285 Top End Express Lanes», busca: Reducir el tráfico en un 39% para los usuarios de los nuevos carriles de peaje.
Mejorar los tiempos de viaje en un 8% para el resto de los conductores.
Añadir dos carriles exprés por sentido, con tramos elevados y en superficie.
El proyecto atraviesa los condados de Cobb, Fulton y DeKalb, afectando a ciudades como Smyrna, Sandy Springs, Dunwoody, Brookhaven, Chamblee, Doraville y Tucker.
Además, conectará con otras autopistas de Georgia, como la I-75, I-85 y SR-400, creando una red de Managed Lanes (carriles exprés de pago) que aliviarán el tráfico en la región.
Calendario y desafíos
El plan inicial preveía arrancar las obras a finales de 2024, pero los retrasos administrativos han empujado el inicio hasta la segunda mitad de 2026.
Además, las constructoras españolas operan en un contexto más complejo, con:
Nuevas barreras arancelarias.
Presiones políticas en EE.UU. para que las empresas extranjeras localicen su producción en el país.
Aun así, las compañías españolas siguen dominando el sector de infraestructuras en EE.UU.. Ejemplo de ello son:
Acciona, ACS y Meridiam: Se adjudicaron la SR-400 en Atlanta por 4.600 millones de euros.
Acciona y Sacyr: Construirán un nuevo puente sobre el río Calcasieu (Louisiana) por 1.900 millones.
¿Qué sigue ahora?
Las constructoras ya han presentado las precalificaciones necesarias y la licitación se resolverá en las próximas semanas. Si se llevan este contrato, marcarían otro hito en su expansión en EE.UU..
© Reproducción reservada