La cadena estadounidense de bricolaje y productos para el hogar Lowe’s cerró su primer trimestre fiscal con un beneficio neto de 1.641 millones de dólares (unos 1.447 millones de euros), lo que representa una caída del 6,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
A pesar de este descenso, la compañía mantiene una visión optimista sobre su evolución para el conjunto del año fiscal 2025.
Entre febrero y mayo, Lowe’s registró unas ventas netas de 20.930 millones de dólares (equivalentes a 18.459 millones de euros), lo que supone un retroceso del 2%.
Este ajuste en los ingresos vino acompañado también de una ligera reducción en los gastos operativos, que bajaron un 1,5% hasta los 18.436 millones de dólares (16.260 millones de euros).
Uno de los aspectos positivos destacados en el balance es la disminución del “déficit acumulado”, que se recortó un 8,9% durante el trimestre, situándose en los 13.833 millones de dólares (12.200 millones de euros).
Este ajuste refuerza la posición financiera de la compañía en un entorno marcado por la incertidumbre macroeconómica y la debilidad del mercado inmobiliario.
El futuro de Lowe’s
El presidente y consejero delegado de Lowe’s, Marvin Ellison, subrayó la importancia del compromiso del equipo con la experiencia del cliente, en un contexto desafiante.
“A pesar de la incertidumbre a corto plazo y los vientos en contra del mercado inmobiliario, el enfoque inquebrantable de nuestro equipo en un servicio al cliente excepcional ha elevado las puntuaciones de satisfacción”, señaló.
De cara al ejercicio fiscal 2025, Lowe’s mantuvo sin cambios sus previsiones.
La empresa espera unas ventas totales que oscilarán entre los 83.500 y los 84.500 millones de dólares (entre 73.642 y 74.524 millones de euros).
En términos comparables, estima que los ingresos se mantendrán estables o crezcan hasta un 1%.
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