Presión en Prisa: Joseph Oughourlian reta a los accionistas españoles a lanzar una OPA

Joseph Oughourlian, presidente de Prisa

El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, ha desafiado a los accionistas españoles del grupo a que lancen una OPA por el 100% de las acciones, con un precio mínimo de 0,67 euros por título. Esto supone una prima de más del 40% respecto al cierre del día anterior, cuando las acciones de la editora de El País y la Cadena SER cotizaban a 0,47 euros.

¿Quién está detrás del movimiento de Prisa?

El grupo de accionistas españoles, que ya controla un 17% de Prisa, está liderado por José Miguel Contreras (exdirector de Contenidos del grupo) y respaldado por:

  • Global Alconaba (7%), encabezada por Andrés Varela, fundador de Globomedia.
  • Adolfo Utor, dueño de Balearia (5,4%).
  • Diego Prieto, presidente del Grupo SSG (3,1%).

El objetivo, impulsado por el Gobierno, es alcanzar al menos el 51% del capital y destituir a Oughourlian en la próxima junta de accionistas. Pero la batalla no será fácil: el inversor francés controla un 29,8% y cuenta con el respaldo de Vivendi, que posee otro 11,79%.

El papel de Vivendi y el Gobierno

El Gobierno está presionando a Vivendi para que venda su participación en Prisa y así debilitar la posición de Oughourlian. Según Le Point, el pasado 12 de febrero el ministro de Transformación Digital, Óscar López, y el presidente de Telefónica, Marc Mutra, se reunieron en París con el número dos de Vivendi, Arnaud de Puyfontaine, para intentar convencerle.

Al mismo tiempo, los accionistas españoles negocian con otros jugadores clave, como:

  • La familia Polanco (7,6%).
  • Carlos Slim (7%).
  • Banco Santander (4%).

La estrategia de Oughourlian

Sabiendo que podría perder el control, Oughourlian maneja varias opciones. Según El Confidencial, negocia con tenedores de bonos para convertirlos en acciones antes de la junta, lo que diluiría la participación de sus rivales y dificultaría que alcancen el 51%.

Advertencia a Moncloa

Oughourlian dejó claro su punto de vista en un artículo publicado en El País:

«Sería inaceptable que, cuando estamos recordando que hace ya 50 años murió el dictador Francisco Franco, alguien cayera en la tentación de tratar de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder.»

Además, se ha blindado con su acreedor Pimco, que exige que no haya cambios en el control de Prisa para refinanciar la deuda de 800 millones de euros que arrastra el grupo.

¿Cómo terminará la batalla por Prisa?

Con todos estos movimientos en juego, la lucha por el control del mayor grupo de comunicación en español está lejos de terminar. ¿Se impondrá Oughourlian o lograrán los accionistas españoles su objetivo?

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