Laboratorios Rovi ha arrancado 2025 con un crecimiento del 21% en su beneficio neto durante el primer trimestre, alcanzando los 18,1 millones de euros, frente a los 15 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. Así lo ha comunicado este jueves la farmacéutica madrileña a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El repunte en las ganancias llega acompañado de un leve avance en la facturación. Los ingresos operativos se han situado en 154,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 2% respecto al primer trimestre de 2024. Este crecimiento se debe, en gran parte, al buen comportamiento del área de especialidades farmacéuticas, cuyas ventas han aumentado un 18% interanual, pasando de 101,1 a 119,1 millones de euros.
El principal negocio de Rovi
Este segmento centrado en productos hospitalarios, biosimilares e inyectables de liberación prolongada, se consolida como el principal motor de negocio para Rovi, compensando la ralentización de otras líneas, como la fabricación a terceros, que en ejercicios anteriores había concentrado una parte relevante del crecimiento, especialmente tras el acuerdo de producción con Moderna durante la pandemia.
Pese a estos resultados positivos, la compañía lanza un mensaje de prudencia. En su avance de perspectivas, Rovi anticipa una caída de ingresos operativos de entre el 0% y el 10% respecto a 2024, situando esta previsión dentro de la «banda media de la primera decena». Esta moderación en las expectativas podría responder a una normalización en los niveles de demanda tras el impulso postpandemia y al ajuste de algunos contratos de fabricación.
Rovi, que en los últimos años ha experimentado una fuerte expansión internacional, mantiene su apuesta por reforzar su cartera de productos propios y seguir desarrollando su pipeline de investigación. No obstante, el mercado estará atento a la evolución de su división industrial y al impacto que pueda tener en su rentabilidad el previsible descenso de ingresos.
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