Una persona es «workaholic», o trabajólico en español, cuando invierte demasiado tiempo y esfuerzo en las tareas laborales y muestras desinterés por otras actividades, como el ocio, la familia, el deporte o los amigos. Este fenómeno de adicción al trabajo afecta cada vez afecta a más individuos y el hecho de que esté socialmente aceptada impide, en muchas ocasiones, ponerle remedio. Según datos que maneja Ringover.es, un 5% de los españoles son adictos al trabajo, una cifra que va en aumento.
Qué es la adicción al trabajo
La adicción al trabajo -workaholism en inglés- es un patrón de comportamiento compulsivo caracterizado por una dedicación excesiva al trabajo y una dificultad para desconectar de las responsabilidades laborales incluso fuera del horario de trabajo. Las personas que sufren de esta adicción tienden a priorizar su trabajo por encima de otras áreas de su vida, sacrificando su salud, relaciones personales y actividades de ocio en favor de cumplir con sus responsabilidades laborales.
La adicción al trabajo puede tener múltiples causas derivadas de factores personales, sociales y laborales, los expertos de Ringover.es nos indican que pueden ser las siguientes:
Presión laboral. Se da sobre todo en ambientes laborales altamente competitivos y demandantes pueden generar una sensación de urgencia constante.
Perfeccionismo.Las personas perfeccionistas pueden experimentar una presión interna para alcanzar los más altos estándares en su trabajo, lo que puede derivar en largas horas de esfuerzo y una dedicación obsesiva.
Autoestima y validación. El éxito laboral se puede convertir en una fuente de autoestima y validación personal. Suelen ser profesionales que buscan constantemente reconocimiento y admiración.
Falta de límites personales y laborales. La falta de límites claros entre el trabajo y la vida personal puede hacer que sea difícil desconectar de la actividad laboral, prolongando el trabajo incluso fuera del horario establecido.
Falta de estrategias de afrontamiento ante las adversidades.Algunas personas recurren al trabajo como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad u otros bloqueos emocionales.
Miedo al fracaso. El temor a decepcionar a los demás puede impulsar a algunas personas a trabajar incansablemente.
Cómo detectar si eres workaholic
La adicción al trabajo se manifiesta a través de una serie de síntomas que pueden variar en intensidad de una persona a otra. Estos son algunos de los más comunes:
Obsesión. La persona está constantemente pensando en su trabajo, incluso fuera del horario laboral. Tiene seria dificultades para desconectar.
Priorización del trabajo sobre todo lo demás. Un workalcoholic tiende a priorizar sus responsabilidades laborales por encima de todo lo demás, incluyendo su salud, sus seres queridos y su tiempo de ocio.
Negación de problemas. Estas personas pueden negar o minimizar los efectos que la adicción al trabajo tiene en su vida.
Necesidad constante de logros. En ocasiones estos profesionales tienen una necesidad constante de superarse en el trabajo para sentirse satisfechos consigo mismos.
Deterioro de las relaciones personales. Dedicar demasiado tiempo al trabajo ocasiona que las relaciones con el entorno se vean afectadas de manera negativa.
Problemas de salud. Un exceso de trabajo puede dar como resultado problemas de salud físicos y mentales, como fatiga, insomnio, ansiedad, depresión o problemas cardiovasculares.
Reducción del rendimiento laboral. Aunque parezca paradójico, trabajar en exceso no necesariamente conduce a un mayor rendimiento. El workaholic experimenta agotamiento y falta de concentración, lo que afecta a su productividad y desempeño laboral.
Solución para la adicción al trabajo
El tratamiento necesita abordar tanto los aspectos físicos como psicológicos de la adicción. Expertos de Ringover.es sugieren las siguientes estrategias:
Reconocimiento del problema: el primer paso para superar la adicción al trabajo es reconocer que existe un problema. Para ello será necesario establecer límites entre el trabajo y la vida personal.
Búsqueda de apoyo profesional: un terapeuta puede ayudar a identificar y abordar las causas subyacentes de la adicción.
Reevaluación de prioridades: es importante replantear cuáles son los objetivos vitales que tiene el individuo adicto al trabajo.
Establecimiento de rutinas saludables: se debe volver a los horarios de sueño y de comidas. También es importante dedicar tiempo al ocio y practicar ejercicio.
Aprender a delegar: el workaholic tiene a acaparar las tareas y importante confiar en los demás para una correcta distribución de la carga de trabajo.
Practicar el mindfulness: actividades como el yoga y la meditación ayuda a reducir el estrés y la ansiedad que genera la adicción al trabajo.
Patricia Mampel, Responsable de marca y contenidos de Ringover en España destaca que: “Aunque el trabajo es una parte importante y gratificante del día a día, si se convierte en una adicción merma calidad de vida. Superarlo puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con el apoyo adecuado, una serena reflexión y un compromiso firme y proactivo es posible lograr un equilibrio más saludable y satisfactorio entre trabajo y tiempo de descanso”.
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