La multinacional Guardian Glass ha comenzado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a los 171 empleados de su planta en Llodio. Esta medida se enmarca dentro de un proceso acelerado para el cierre de la actividad industrial de la planta, que culminará en julio, tras 40 años de presencia en Euskadi. Los trabajadores ya se manifestaron en Bilbao y volverán a concentrarse en la entrada de la fábrica en las próximas horas.
A pesar de la noticia del cierre, las autoridades vascas aseguran que existen conversaciones en marcha con cuatro posibles inversores. Algunos de los cuales podrían mantener la actividad en las instalaciones. Se espera que esto preserve los empleos y permita que la planta siga funcionando en el futuro. El Ejecutivo vasco solicitó a Guardian que el proceso de apagado del horno fuera controlado para facilitar su posible uso futuro. Guardian aceptó esta solicitud, aunque el estado actual del horno sigue siendo incierto.
El horno podría no ser recuperable
El horno de la planta fue apagado el 29 de enero de manera «controlada», pero diversas fuentes del sector del vidrio han señalado que este apagado ha sido algo rápido. Lo que podría comprometer su reutilización. Expertos afirman que el horno presenta grietas notables y problemas estructurales, lo que podría hacer que la planta sea inservible. El horno no fue vaciado antes de su apagado, lo que agravaría aún más la situación.
En caso de que se quiera reactivar la producción de vidrio. Los nuevos inversores tendrían que afrontar una inversión significativa para reemplazar el horno, que podría superar los 70 millones de euros.
Actividad actual en la planta
Mientras tanto, la actividad en la planta de Llodio se ha reducido al vaciado de los silos y el envío de materiales a la planta de Tudela (Navarra). Los trabajadores aseguran que el verdadero motivo del cierre no fue la avería del horno. Sino los altos costes energéticos y la falta de rentabilidad en la producción de vidrio en Euskadi.
A partir de hoy, 3 de marzo, comenzará un periodo de consultas de 30 días naturales, con el objetivo de llegar a un acuerdo entre la dirección de Guardian y los trabajadores. Desde la representación sindical se espera que, además de los despidos. Se pueda abrir un proceso de recolocaciones para los empleados más cercanos a la edad de jubilación.