Intel reportó una pérdida de 1.610 millones de dólares (1.488 millones de euros) en el segundo trimestre, en contraste con los beneficios de 1.481 millones de dólares (1.369 millones de euros) del mismo periodo del año anterior. Esta situación ha llevado a la compañía a anunciar un plan de ahorro de costes que incluye cambios organizativos, ajustes en el gasto y el despido del 15% de su plantilla, lo que afectará a unas 18.000 personas.
Los ingresos netos de Intel ascendieron a 12.833 millones de dólares (11.863 millones de euros), un incremento del 0,9%. Por segmentos de negocio, la división de computación creció un 9,3%, alcanzando los 7.410 millones de dólares (6.850 millones de euros), mientras que la de datos e inteligencia artificial (IA) disminuyó un 3,5%, situándose en 3.045 millones de dólares (2.815 millones de euros).
El área de redes experimentó una caída del 1,5% en su facturación, con ingresos de 1.344 millones de dólares (1.242 millones de euros), pero la fabricación de semiconductores creció un 3,5%, aportando 4.320 millones de dólares (3.993 millones de euros).
Otros ingresos menores, como los provenientes de Mobileye, la unidad de vehículos autónomos, sumaron 968 millones de dólares (894,8 millones de euros), mientras que las operaciones internas descontaron 4.254 millones de dólares (3.932 millones de euros).
Los resultados de Intel
Intel incurrió en gastos de 14.797 millones de dólares (13.678 millones de euros) en fabricación, I+D, marketing, administración y reestructuración, un 6% más interanual, principalmente debido al aumento en investigación y reestructuración.
“Los resultados del segundo trimestre fueron decepcionantes, a pesar de alcanzar hitos tecnológicos clave en productos y procesos. El entorno del segundo semestre es más desafiante de lo esperado, y estamos aprovechando nuestro nuevo modelo operativo para mejorar la eficiencia y acelerar nuestra transformación IDM 2.0”, afirmó Pat Gelsinger, CEO de Intel.
David Zinsner, director financiero de Intel, señaló que “los resultados del segundo trimestre se vieron afectados por el lanzamiento rápido del producto AI PC, mayores gastos en negocios no estratégicos y la capacidad infrautilizada”.
Al 29 de junio, Intel contaba con 125.300 trabajadores, de los cuales 116.500 estaban en las operaciones principales de la compañía y el resto en Mobileye, otras filiales o unidades pendientes de venta.
Para el tercer trimestre, Intel prevé ingresos entre 12.500 millones y 13.500 millones de dólares (11.555 y 12.479 millones de euros), con una pérdida atribuida por acción de 0,24 dólares (0,22 euros). Además, la compañía ha anunciado un dividendo trimestral de 0,125 dólares (0,12 euros) por acción, pagadero el 1 de septiembre a los accionistas registrados al cierre del mercado del 7 de agosto. Sin embargo, Intel suspenderá los pagos de dividendos a partir del cuarto trimestre de este año, por primera vez desde 1992, hasta que los niveles de flujo de caja mejoren de manera sostenida.
El plan de ahorro también contempla la reducción de costes en más de 10.000 millones de dólares (9.244 millones de euros) para 2025, mediante despidos, consolidación de procesos, menores gastos de capital y reducción en los costes de venta.
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