P&GEl gigante estadounidense de productos de consumo e higiene, Procter & Gamble (P&G), ha anunciado un plan estratégico para reducir hasta 7.000 puestos de trabajo no relacionados con la fabricación durante los próximos dos años. Esta iniciativa forma parte de una restructuración orientada a reducir costes operativos e impulsar la productividad, en un contexto de creciente competencia y necesidad de adaptación a las nuevas dinámicas del mercado.
Además de la reducción de personal, P&G está evaluando la posibilidad de salir de algunas categorías, marcas y presentaciones de productos en mercados individuales, lo que podría incluir la desinversión en ciertas marcas que no encajan en su nueva estrategia o que no cumplen con los objetivos de rentabilidad. Esta optimización del portafolio pretende enfocar recursos en las áreas con mayor potencial de crecimiento y rentabilidad.
P&G busca agilizar los procesos
Como parte de la transformación organizacional, la multinacional implementará cambios para garantizar un diseño organizacional más ágil y eficiente. Esto incluye la ampliación de funciones dentro de los equipos, la reducción del tamaño de los mismos y un mayor aprovechamiento de las herramientas de digitalización y automatización. Con estos movimientos, P&G busca agilizar procesos internos, facilitar la toma de decisiones y mejorar su capacidad de respuesta ante cambios en la demanda y el mercado.
Una parte clave del plan es la mejora de la cadena de suministro, con acciones destinadas a dimensionar y ubicar correctamente la producción para optimizar recursos. Esto permitirá acelerar la innovación, reducir costes y aumentar tanto la fiabilidad como la resiliencia del suministro, aspectos esenciales en un entorno global marcado por incertidumbres logísticas y fluctuaciones en la demanda.
La compañía ha señalado que estos cambios se desplegarán de forma gradual durante los próximos dos ejercicios fiscales, permitiendo una correcta secuenciación y ejecución de los importantes proyectos operativos y de innovación. De esta manera, P&G busca garantizar una transición ordenada que minimice impactos negativos y maximice el valor para sus accionistas y clientes.
Con esta estrategia, Procter & Gamble pretende reforzar su posición como líder en el sector de productos de consumo, adaptándose a los desafíos actuales y preparando el terreno para un crecimiento sostenible en el futuro.
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