El Ministerio de Trabajo y los sindicatos han alcanzado un acuerdo para «simplificar y mejorar» el nivel asistencial de prestaciones por desempleo. La medida más destacada del nuevo acuerdo es la compatibilidad de la prestación contributiva por desempleo con un empleo a jornada completa con un salario de hasta el 225% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), equivalente a 1.350 euros. Sin embargo, el borrador del texto legal, que ha sido presentado al Consejo de Ministros, incluye cláusulas que afectan a la compatibilidad de las prestaciones.
En este contexto, la letra pequeña del acuerdo establece límites importantes: durante los dos primeros meses, la compatibilidad se limitará al 80% del IPREM (480 euros), y a partir de ese momento se aplicarán recortes sustanciales. Esta disminución penalizará a los parados de muy larga duración y a los que acepten trabajos a tiempo parcial.
El borrador legal también incluye cambios significativos respecto a la versión presentada en diciembre, que fue rechazada por el Congreso. La nueva propuesta, respaldada por el Ministerio de Trabajo, contempla un modelo similar al de los subsidios, donde la prestación se transforma en un «complemento de apoyo al empleo» que se irá reduciendo con el tiempo. El nuevo sistema afectará las prestaciones contributivas reconocidas un año después de su entrada en vigor, cuando superen los 12 meses y el beneficiario inicie un trabajo a tiempo completo o parcial.
Además, el decreto permite que los que hayan comenzado a cobrar el paro antes de la entrada en vigor de la norma, pero que alcancen o superen los 12 meses en ese momento, puedan compatibilizar un empleo a tiempo completo con su prestación. Sin embargo, este privilegio no se extiende a trabajos a tiempo parcial, que serán objeto de mayores recortes.
La polémica con el subsidio está servida
Este modelo genera dudas, ya que el complemento se reduce a medida que el desempleado lleva más tiempo cobrando el paro. Así, entre el décimo tercer y décimo quinto mes, el complemento será del 80% del IPREM, equivalente a 480 euros, pero luego disminuirá hasta el 30% (180 euros). Para trabajos a tiempo parcial, los recortes son aún más pronunciados, algo que no ocurre actualmente, donde la prestación contributiva se reduce del 80% al 60% de la base reguladora, pero se mantiene constante hasta agotarse.
El borrador también plantea recortes en la compatibilidad para los subsidios, con mayor énfasis en los parados de larga duración. Quienes accedan al subsidio después de agotar una prestación por desempleo de más de 12 meses, se encontrarán con que el cálculo del complemento se iniciará en el quinto trimestre de percepción de dicha prestación, resultando en importes más bajos para estos trabajadores.
A pesar de los recortes, el texto amplía las oportunidades para el pluriempleo tanto para perceptores de subsidio como de prestaciones contributivas. El borrador indica que las situaciones de pluriempleo no afectarán al complemento, permitiendo seguir recibiendo el complemento incluso si una relación laboral se extingue o se suspende, siempre que otra relación laboral esté activa.
Estos cambios reflejan el intento del Ministerio de Economía de focalizar el apoyo a quienes acaban de superar el primer año cobrando el paro, ya que es un momento crítico para reintegrarse al mercado laboral. No obstante, el borrador plantea preocupaciones sobre el impacto de estos recortes en los parados de larga duración y cómo afectará a aquellos que encuentran empleo a tiempo parcial.