Jean-Michel Jarre se convertirá en el ‘primer pasajero’ del AirCar de Klein Vision. Los coches voladores son atractivos para todo tipo de públicos, y ahora también para este referente de la música electrónica que a sus 75 años ha querido sumergirse en la aventura.
El músico ya trabaja en su ambicioso proyecto de hacer sonar los coches eléctricos. Para ello, trabaja en crear sonidos específicos. Si este tipo de vehículos son demasiado silencioso, Jarre ahora quiere cambiar esa dinámica y es por ello que está trabajando de manera conjunta con Renault para sus modelos eléctricos. A partir de ahora, los nuevos vehículos electrificados de la firma llevarán sonidos creados por él. Por ejemplo, al arrancar el vehículo sonará una melodía concreta.
También se trabaja para crear un sonido exterior, el cual podrán escuchar los peatones a modo de aviso y alerta si el vehículo circulase a baja velocidad. El propio Jarre ha asegurado en una entrevista reciente: «Para mí, como músico, partir de un auténtico lienzo en blanco es algo extraordinario. Dar vida al silencio sin contaminarlo es a la vez un reto y un placer».
Las claves del modelo AirCar
Tras 130 horas de vuelo y más de 520 despegues, el AirCar de Klein Vision se presenta como un vehículo dual (fusiona las características del automóvil con las del avión). Tiene alas retráctiles, superficies de cola plegables y un sistema de despliegue de paracaídas. Funciona con combustible y requiere una pista para despegar y aterrizar.
Anton Zajac, cofundador de Klein Vision, asegura que las ventas comenzarán en 12 a 14 meses. Los precios partirán desde los 468.000 euros. No obstante, aún no se aceptan pedidos con tanta anticipación para el coche volador.
El analista de aviación Richard Aboulafia asegura que esta perspectiva aporta plena libertad al mundo del transporte. No obstante, existen una serie de inconvenientes y los señala: «Cuando tienes un automóvil volador, estás haciendo una serie de compromisos en el diseño. Llevas consigo una gran cantidad de equipo que solo se necesita para viajar en avión. Pero a la vez necesitas ruedas y neumáticos y cualquier otra cosa que sólo necesites para conducir sobre el terreno».
Fue en enero de 2022 cuando el AirCar recibió el certificado de aeronavegabilidad. Este documento oficial, emitido por la autoridad de aviación civil del Estado en el que está matriculada la aeronave -en este caso, Eslovaquia-, garantiza que se encuentra en condiciones de volar de forma segura conforme a su diseño.
Dicho reconocimiento le fue otorgado tras realizar más de 200 despegues y aterrizajes durante 70 horas de rigurosas pruebas de vuelo según los estándares de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
Estos test incluyeron una gran variedad de maniobras que demostraron la estabilidad tanto estática como dinámica en el modo avión. Los procedimientos de despegue y aterrizaje se lograron incluso con el piloto automático activado, es decir, sin necesidad de que una persona tuviera que tocar los controles de vuelo.
El sector se revoluciona
No solo el CEO de Tesla, Elon Musk, viene trabajando en el desarrollo de taxis voladores eléctricos. De hecho, los fabricantes de eVTOL pretenden en la próxima década desplegar flotas en ciudades y rutas más específicas para pasajeros de lujo. No obstante, precisan de avances tecnológicos concretos para que esto taxis no choquen entre sí, incluyéndose también en la operación a los millones de drones que circulan actualmente.
«En este momento, existen barreras importantes por muchas razones. Tienes que presentar un plan de vuelo. Tienes que despegar desde un lugar autorizado. No puedes simplemente navegar por la autopista y luego decir, hay demasiado tráfico, me voy por los cielo». No funciona así y es casi seguro que nunca lo hará», añade Aboulafia.
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