¿Dónde estaba el GTi eléctrico de Peugeot? Esa era la pregunta que muchos fans de los compactos deportivos llevaban años haciéndose. Y sí, el E-208 GTi ya es oficial, y viene con una propuesta que mezcla corazón racing y cero emisiones. Justo a tiempo para responder al golpe de efecto del Renault 5 Alpine A290, que había dejado a más de uno preguntándose si en Peugeot se habían olvidado de sus raíces.
280 caballos, 0-100 en 5,7 segundos y ADN de competición
El nuevo E-208 GTi no es solo un guiño nostálgico, es un misil urbano eléctrico con credenciales de verdad: 280 CV, 345 Nm de par, diferencial autoblocante y un 0 a 100 km/h en 5,7 segundos. Además, monta frenos de 355 mm con pinzas de cuatro pistones, suspensión rebajada 30 mm, vías ensanchadas y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. No es marketing, es ingeniería de Peugeot Sport.
Diseño con guiños al mítico Peugeot 205 GTI
Estéticamente, es un homenaje al mítico 205 GTI: pasos de rueda ensanchados con detalles en rojo, llantas perforadas, moqueta y cinturones también rojos, y un interior que mezcla nostalgia y deportividad. El volante forrado en Alcántara pone el broche a un habitáculo que grita “GTi” aunque no huela a gasolina.
¿El primer GTI sin tubo de escape?
Sí, un GTi sin tubo de escape pero con carácter. Y aunque el sonido sea digital (como en casi todos los eléctricos deportivos), Peugeot quiere emocionar, no solo cumplir con los requisitos de la transición energética.
La visión de Stellantis: vuelta al placer de conducir
El momento elegido para el anuncio tampoco es casual: Antonio Filosa, nuevo CEO de Peugeot y recién estrenado en el cargo, lo presentó en el marco de Las 24 Horas de Le Mans. Todo un mensaje: la deportividad no ha muerto, solo se está electrificando. Ya lo intentó en su día Carlos Tavares con el Peugeot 308 R HYbrid de 500 CV, que nunca llegó a producción. Esta vez parece que van en serio.
El Peugeot GTI eléctrico llega tarde, pero no mal
En pleno revival del coche pequeño y deportivo, Peugeot lanza este E-208 GTi con la ambición de reenganchar al fan del motor, ese que sigue echando de menos el tacto mecánico y el rugido del escape. No será fácil convencerle solo con cifras y aceleración, pero con este modelo se abre la puerta a una nueva categoría: el eléctrico que emociona.
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