España, destino de lujo: es uno de los países con más hoteles cinco estrellas del mundo

hoteles cinco estrellasImagen: Four Season

El turismo es un sector clave para la economía española, de eso nadie tiene la menor duda. Lo que sorprende a unos cuantos sin embargo, es descubrir España como un destino de lujo. Quizá porque no se hace tanto énfasis o por la propia naturaleza exclusiva del segmento, hay muchos datos y ofertas que las personas desconocen.

Uno de ellos, es que el turismo de lujo cobra cada vez más fuerza y nuestro país se va posicionando cada vez más como un sitio esencial en la categoría. Este tipo de turismo ha duplicado su tasa de crecimiento respecto al tradicional. De hecho, como ya reportamos en esta revista, España fue designada por la afamada Condé Nast Johansens como el mejor destino de lujo para este 2024.

Un elemento de peso para que España haya recibido semejante reconocimiento es que estamos en el podio de los países con más hoteles cinco estrellas del mundo. Con más de 370 hoteles premiun, nuestro país cuenta con más inmuebles de este tipo que Alemania, Francia, Italia o Reino Unido. Otro de los factores son las miríadas de actividades de alto estándar que se ofrece en el país, como recorrer la geografía nacional en trenes que no tienen nada que envidiar a un hotel premium.

El dato no es baladí, de acuerdo al estudio de Bain & Company, en menos de una década España ha pasado de estar fuera de los primeros a ser el tercer país con más hoteles cinco estrellas. Esto habla a las claras de cómo el turismo de alto nivel tiene cada vez más importancia para el negocio y la economía española.

Además, de los aproximadamente 800 millones de euros de la inversión inmobiliaria hotelera en España, hasta el 35% corresponde a hoteles de lujo. Este tipo de hospedajes reciben a 8 de cada 10 turistas con alto poder adquisitivo.

En cuanto al impacto en la economía, el gasto medio por viaje que desembolsan los turistas de alto nivel, se estima en unos 8.000 euros. De acuerdo a los datos del INE del año pasado, los turistas con alto poder adquisitivo gastaba cerca de 900 euros al día, mientras que un viajero ‘normal’ gastaba menos de 150 euros.

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