Alfredo Arroyo, quien ha ocupado el cargo de director financiero (CFO) en Grifols desde 2007, se retirará del grupo farmacéutico a finales de este año. La noticia fue anunciada por el presidente de la empresa, Thomas Glanzmann, durante una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre.
Con una carrera de 15 años en Grifols, Arroyo ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo financiero y estratégico del grupo catalán. Durante su mandato como CFO, ha sido un pilar fundamental en la gestión de las finanzas de la empresa, contribuyendo al crecimiento y la expansión internacional de Grifols.
Un cambio de rumbo para Grifols
La salida de Arroyo representa el fin de una era en la dirección financiera de Grifols, pero también marca el inicio de una nueva etapa para la compañía. Su sucesor aún no ha sido anunciado, pero la empresa ya ha iniciado el proceso de búsqueda para encontrar al candidato adecuado que ocupe este importante puesto.
La contribución de Arroyo al éxito de Grifols ha sido reconocida por Glanzmann y otros miembros de la dirección de la empresa. Su liderazgo y experiencia han sido clave para enfrentar los desafíos financieros y operativos a lo largo de los años, y su legado perdurará en la empresa.
¿Y ahora qué?
A pesar de su jubilación, Arroyo se quedará en Grifols durante el resto del año para facilitar una transición suave y asegurar la continuidad en la gestión financiera de la empresa. Su partida será un momento de reflexión y agradecimiento por sus años de dedicación y servicio a Grifols, y el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la compañía.
La llegada de David Ghosh
La controversia se intensificó aún más a comienzos de año con la revelación de que la empresa fichó como directivo a un ex socio de su auditora, KPMG, que supervisó las cuentas anuales de Grifols durante seis ejercicios.
Se trata de David Ghosh, quien firmó los informes de auditoría de KPMG sobre las cuentas de Grifols de los años 2005 a 2010, sin emitir salvedades. Ghosh luego se unió a Grifols en un puesto directivo, aunque la empresa no proporciona detalles sobre su función específica. Grifols ha confirmado que actualmente Ghosh no forma parte de su plantilla, al menos desde 2017.
La contratación de Ghosh por parte de Grifols plantea interrogantes éticos, especialmente en un momento en el que la empresa está bajo el escrutinio público debido al informe de Gotham. Este fondo especulativo, conocido por su papel en la caída de Gowex, ha cuestionado las operaciones financieras de Grifols, especialmente durante el año 2018.
La relación de Grifols con KPMG, la firma que auditó sus cuentas durante más de tres décadas, también ha generado debate. KPMG ha sido la auditora de Grifols de manera ininterrumpida durante 33 años, un plazo muy prolongado en el contexto de las regulaciones actuales sobre la rotación de auditores. Sin embargo, a partir de este año, Deloitte asumirá la auditoría de Grifols por mandato legal.
Una reorientación del negocio
El caso de Ghosh destaca la práctica común de trasvase de profesionales de las grandes firmas de auditoría a empresas privadas, especialmente en el sector financiero. Aunque su contratación fue legal, plantea cuestiones sobre la independencia y la imparcialidad en la auditoría de Grifols.
Durante los años en que Ghosh auditó a Grifols, la empresa alcanzó hitos significativos, como su inclusión en el Ibex 35 y la adquisición de la estadounidense Talecris Biotherapeutics. Sin embargo, la controversia actual arroja dudas sobre la gestión financiera de la empresa durante ese período.
Grifols enfrenta ahora el desafío de restaurar la confianza de los inversores y del mercado en medio de la incertidumbre generada por el informe de Gotham. La empresa ha confirmado que la CNMV le ha solicitado información sobre este asunto y tiene un plazo de diez días para responder, mientras busca aclarar las dudas sobre su relación con su accionista, el holding holandés Scranton.
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