La inclusión de Puig en el mercado bursátil traerá consigo un bono de 9,3 millones de euros para su presidente y CEO, Marc Puig. Los demás altos directivos compartirán un total de 4,3 millones, mientras que otros 3,1 millones están reservados para empleados clave que no ostentan cargos directivos, según se detalla en el folleto de la oferta pública inicial/Oferta pública de venta (OPV/OPS), aprobado recientemente por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Además, se contempla un pago adicional extraordinario de entre 80 y 90 millones para ser distribuido entre todos los empleados de Puig, incluyendo al CEO y a los altos ejecutivos, tras la salida a bolsa. La asignación exacta para cada empleado será determinada por su antigüedad y nivel salarial dentro del grupo, como ha especificado la empresa.
Todas estas sumas, a ser pagadas en efectivo, fueron ratificadas por el Consejo de Administración de Puig el pasado 19 de marzo. La empresa asegura que el monto total del bono para todos los empleados no superará los 100 millones, incluyendo los costos de la Seguridad Social.
Para poner en contexto el bono del CEO, es significativamente mayor que la compensación otorgada al CEO de Opdenergy, la última empresa que debutó en bolsa en España. Opdenergy comenzó a cotizar hace casi dos años, y su CEO, Luis Cid Suárez, recibió 3,569 millones de euros, comprometiéndose a reinvertirlos completamente en acciones de la empresa.
Es importante mencionar que la valoración inicial de Puig supera ampliamente la de Opdenergy. En concreto, la compañía de perfumes y cosméticos debutará en el mercado con una capitalización entre 12.700 millones y 13.900 millones de euros, en comparación con los 503 millones a 570 millones de Opdenergy en su momento.
Puig empezará a cotizar el 3 de mayo con un precio por acción entre 22 y 24,50 euros. Habrá dos tipos de acciones, clase A y clase B, con el mismo precio pero diferentes derechos. Las acciones de clase A, que no se cotizarán, tendrán cinco derechos de voto y permanecerán en manos de la familia, mientras que las de clase B tendrán un derecho de voto y serán para los inversores minoristas.
El precio final se determinará el 30 de abril después de evaluar el interés de los potenciales inversores en el proceso de bookbuilding. Puig planea ofrecer entre 106.530.612 y 118.636.362 acciones, con una colocación de hasta 3.000 millones de euros. Los ingresos se destinarán a refinanciar adquisiciones adicionales en dos empresas, Byredo y Charlotte Tilbury, así como para respaldar la estrategia de crecimiento del portafolio y las marcas de la empresa.
La importancia de Puig en el mercado
Puig es una figura destacada en el mundo de la moda y los perfumes, siendo reconocida por su excelencia en la creación y comercialización de fragancias y productos de belleza. Fundada en 1914 en Barcelona, España, Puig ha mantenido una trayectoria de innovación y compromiso con la calidad que le ha valido un lugar privilegiado en la industria.
Con una amplia cartera de marcas icónicas, Puig ha establecido su presencia en los mercados globales, consolidándose como un referente en el sector de la perfumería de lujo. Marcas como Carolina Herrera, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci y Valentino forman parte del portafolio de la empresa, cada una con su propio estilo distintivo y una base de seguidores leales en todo el mundo.
La empresa se ha distinguido por su capacidad para capturar las últimas tendencias y traducirlas en fragancias que reflejan la personalidad y el estilo de vida de sus consumidores.
Además de su éxito en el mercado de los perfumes, Puig también ha incursionado con éxito en el mundo de la moda. A través de colaboraciones con diseñadores de renombre y la adquisición de marcas de moda reconocidas, la empresa ha ampliado su presencia en el sector textil, ofreciendo colecciones de ropa, accesorios y productos de belleza que complementan su oferta de fragancias.
La visión de Puig ha ido siempre más allá de simplemente crear productos; la empresa ha buscado inspirar emociones y experiencias únicas a través de sus creaciones. Cada fragancia y cada colección de moda lleva consigo el sello distintivo de la creatividad y la pasión que caracterizan a la marca.
Además de su enfoque en la calidad y la innovación, Puig también se compromete con la sostenibilidad y la responsabilidad social. La empresa implementa prácticas de producción respetuosas con el medio ambiente y participa en iniciativas para apoyar a las comunidades locales y promover el bienestar social.
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