El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, asegura, sobre la entrada del Estado en Telefónica, que aunque España es un país abierto, no son ingenuos al evaluar el impacto de la llegada del capital extranjero.
Aún resuenan las importantes declaraciones realizadas este pasado domingo en La Vanguardia por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Y sobre la mesa, un tema que ha cobrado especial relevancia en los últimos meses: la entrada de capital público en Telefónica.
Una decisión tomada por el Gobierno después de conocerse que la operadora estatal Saudí Telecom quería hacerse con el 9,9 % de la operadora española. Según Cuerpo, “miremos a Francia, a Alemania, a Italia, cuyos gobiernos están presentes en sus grandes compañías de telecomunicaciones. Creo que ese es el marco conceptual en el cual nos tenemos que mover».
El ministro ha defendido así la entrada del gobierno en el gigante español de comunicaciones y ha defendido que España es un país abierto a la inversión extranjera, “pero no somos ingenuos a la hora de hacer una evaluación del impacto de la llegada de capital extranjero”
También se ha hablado sobre la posibilidad de que el Gobierno entre en el propio consejo de administración de Telefónica y sobre la opa del grupo húngaro, Magyar Vago, sobre Talgo. Algo que aún debe estudiar la Junta de Inversiones Exteriores y que aceptará según «la normativa reforzada, que busca guardar el equilibrio entre atracción de inversión extranjera» y protección de los sectores estratégicos españoles.
Sin embargo, en la entrevista se trata un tema importante, la falta de inversión en las empresas sobre todo en el sector de la construcción. Algo en lo que también esta de acuerdo el Banco de España. Para solucionarlo, asegura, se van a tomar medidas para ayudar y promover la construcción de viviendas.
Y defiende la “confianza en la economía española», asegurando que el presupuesto prorrogado contiene las medidas necesarias y la evolución tanto de previsión de gastos como de ingresos para ser capaces de cumplirlo.
La importancia de la inversión extranjera
La inversión extranjera desempeña un papel fundamental en la economía de un país por varias razones. En primer lugar, puede proporcionar un importante impulso al crecimiento económico al aportar capital adicional para el desarrollo de infraestructuras, industrias y tecnologías. Esta inyección de capital puede estimular la producción, el empleo y el consumo dentro de la economía receptora.
Además, la inversión extranjera a menudo conlleva la transferencia de tecnología y conocimiento. Las empresas extranjeras suelen traer consigo tecnologías avanzadas, prácticas de gestión eficientes y conocimientos técnicos que pueden beneficiar enormemente a las empresas locales. Esta transferencia de conocimiento puede mejorar la productividad y la competitividad de las empresas del país receptor.
Otro aspecto importante es la generación de empleo. La inversión extranjera puede crear tanto empleos directos como indirectos en la economía receptora. Las empresas extranjeras que establecen operaciones en el país pueden contratar personal local, y también pueden estimular la creación de empleo a través de la expansión de sus operaciones y la construcción de nuevas instalaciones.
Además, la inversión extranjera puede contribuir a diversificar y desarrollar el sector empresarial de un país. La presencia de inversores extranjeros puede introducir nuevas industrias y sectores en la economía, lo que reduce la dependencia de ciertas industrias y mercados y hace que la economía sea menos vulnerable a los cambios económicos globales.
Por último, pero no menos importante, la inversión extranjera puede mejorar la balanza de pagos de un país al atraer flujos de divisas a través de la inversión directa y la exportación de bienes y servicios producidos localmente por empresas extranjeras. Esto puede ayudar a estabilizar la moneda y fortalecer la posición financiera del país receptor.
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