EE.UU. contraataca: la exención arancelaria a móviles y componentes tecnológicos será temporal

Washington defiende la medida como una cuestión de seguridad nacional y anticipa nuevos gravámenes en uno o dos meses. China pide a la Casa Blanca que reconozca su error y elimine por completo las barreras

Donald TrumpDonald Trump

La reciente exención arancelaria aplicada a teléfonos móviles, componentes de ordenadores y semiconductores por parte de Estados Unidos será temporal, según aclaró este domingo el secretario de Comercio, Howard Lutnick.

En declaraciones a la cadena ABC News, Lutnick indicó que “todos esos productos se incluirán en la categoría de semiconductores y tendrán un arancel específico pronto”, precisando que las nuevas tasas entrarían en vigor en uno o dos meses. La exención afecta a productos importados que hayan salido de origen o llegado a EE.UU. a partir del 5 de abril, según notificó previamente la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

La medida fue interpretada como una flexibilización momentánea en el marco de la guerra comercial con China, pero el gobierno estadounidense insiste en que responde a motivos estratégicos. “Necesitamos que estos productos se fabriquen en EE.UU. Es una cuestión de seguridad nacional”, señaló Lutnick.

Trump defiende una producción local

El presidente Donald Trump, que abordará este lunes la política arancelaria sobre semiconductores, ya había insistido en la necesidad de reducir la dependencia del Sudeste Asiático. Durante la semana, pospuso 90 días la entrada en vigor de los denominados “aranceles recíprocos” para negociar con los países afectados, aunque mantuvo un impuesto base del 10% a las importaciones.

China, sin embargo, quedó excluida de esta prórroga, y los productos tecnológicos del país asiático ya enfrentan una carga arancelaria total del 145%, como resultado de un 125% adicional más el 20% vigente. Pekín respondió de forma recíproca, aumentando los gravámenes a las importaciones estadounidenses hasta el 125%.

China: «Un pequeño paso en la dirección correcta»

Desde Pekín, el Ministerio de Comercio chino calificó la exención como un gesto limitado pero positivo. “Es un pequeño paso hacia la corrección de una práctica errónea”, señaló un portavoz oficial, quien instó a la eliminación total de los aranceles adicionales y pidió a Washington que “asuma su error” en la estrategia comercial aplicada.

China considera que la política arancelaria de EE.UU., impulsada por la administración Trump, ha causado distorsiones en el comercio internacional, perjudicando tanto a consumidores como a empresas, incluidas las estadounidenses. Gigantes como Apple o Nvidia, que fabrican la mayor parte de sus productos en China, se habrían visto particularmente afectados por un encarecimiento derivado de los aranceles.

El Ejecutivo chino hizo un llamado a Washington para que “escuche las voces racionales, tanto internas como internacionales” y apueste por el diálogo como vía de resolución de disputas.

Escalada comercial

En la última semana, la tensión comercial ha escalado con fuerza. Las dos potencias se han impuesto mutuamente nuevos aranceles en una espiral que eleva los temores a una guerra comercial a gran escala. A día de hoy, los productos tecnológicos chinos afrontan un 145% de aranceles en EE.UU., mientras que los productos estadounidenses son gravados con un 125% por China.

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