La incertidumbre política en Alemania ha golpeado este martes con fuerza a los mercados bursátiles europeos. El índice Dax de la Bolsa de Fráncfort ampliaba su caída a más del 1% después de que Friedrich Merz, líder de la CDU, no consiguiera ser investido canciller en la primera votación parlamentaria, a pesar del apoyo previsto de su coalición.
A media mañana, el selectivo alemán se dejaba un 1,06%, liderando las pérdidas entre las principales plazas europeas. El impacto también se sentía en el resto del continente: el CAC 40 de París retrocedía un 0,53%, el Ibex 35 bajaba un 0,13% y el FTSE 100 londinense entraba en terreno negativo tras haber iniciado la jornada al alza.
Merz no alcanzó la mayoría absoluta requerida, recibiendo sólo 310 votos de los 316 necesarios, a pesar de que su alianza —compuesta por la CDU, la CSU y el SPD— suma 328 escaños en el Bundestag. La votación, que en principio debía confirmar sin sorpresas su nombramiento, ha evidenciado divisiones internas en el bloque y ha abierto un nuevo capítulo de inestabilidad en la política alemana.
Según la Constitución alemana, el Parlamento dispone ahora de 14 días para volver a votar y lograr una mayoría absoluta. De no conseguirla, bastaría una mayoría simple en una tercera votación. En ese escenario, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, tendría la última palabra: podría nombrar canciller al candidato electo o disolver la Cámara y convocar nuevas elecciones.
Los inversores, que contaban con una transición de poder fluida tras las elecciones, reaccionan con inquietud ante el posible estancamiento institucional. Alemania, como motor económico de la eurozona, suele funcionar como termómetro político para los mercados, y cualquier señal de bloqueo genera movimientos inmediatos en las bolsas.
Mientras tanto, los analistas no descartan más turbulencias en los próximos días, dependiendo de la rapidez con la que los partidos alemanes logren recomponer la situación parlamentaria.
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