El Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 0,7% en el segundo trimestre de 2025, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este avance representa una mejora de una décima respecto al primer trimestre del año, mientras que la variación interanual se mantiene en un sólido 2,8%.
El crecimiento trimestral estuvo impulsado principalmente por la demanda nacional, que aportó 0,9 puntos al incremento del PIB, mientras que la demanda externa restó 0,1 puntos.
En términos interanuales, la demanda interna volvió a ser el motor del crecimiento con una contribución de 3,4 puntos, frente a los -0,6 puntos registrados por el sector exterior, afectado por la incertidumbre en los mercados internacionales.
Entre los componentes del gasto, el consumo de los hogares se incrementó un 0,8% en comparación con el trimestre anterior, reflejando la mejora del poder adquisitivo y la solidez del mercado laboral.
Por otro lado, la inversión –medida a través de la formación bruta de capital– experimentó un alza destacada del 2,1%, mientras que el gasto en consumo de las Administraciones Públicas se redujo un 0,1%.
Perspectivas gracias al PIB
Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa valoraron positivamente estos datos, subrayando que reflejan “el dinamismo de la economía española”.
El Ministerio destaca que “este crecimiento lo protagoniza la demanda interna, con el tirón del consumo y la inversión, en un escenario de debilidad de las exportaciones de bienes por la incertidumbre internacional”.
Asimismo, el informe resalta que la productividad por hora trabajada creció un 0,5% en este segundo trimestre, en línea con la fuerte creación de empleo.
“España continúa liderando el crecimiento entre las principales economías de la zona del euro y volverá a ser la que más crezca en este 2025, sin desequilibrios macroeconómicos”, aseguró el Ministerio.
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