La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo para poner fin a la reciente guerra comercial, con la aceptación por parte de Bruselas de una tarifa del 15% sobre las exportaciones europeas hacia el mercado estadounidense. Este pacto arancelario, cerrado entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, implica un cambio significativo tras meses de tensión comercial.
Aunque la medida afecta a todas las economías europeas, la economía española sufrirá un impacto relativamente reducido, en buena medida porque solo un 5% de sus exportaciones totales se destinan a Estados Unidos. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el efecto directo de una tarifa del 10% —inferior a la acordada— equivaldría a una pérdida del 0,1% del PIB español en el corto y medio plazo, porcentaje que subiría ligeramente hasta un 0,15% con el arancel del 15%. El Banco de España estima un impacto similar, de un 0,11% de caída económica en tres años.
Además, España mantiene un déficit comercial significativo con EE UU: importa más productos estadounidenses de los que exporta, con un saldo negativo que en 2024 superó los 10.000 millones de euros. Este desequilibrio atenúa la presión negativa de las tarifas sobre la economía nacional.
Sectores españoles más afectados
Sin embargo, no todos los sectores experimentarán el mismo efecto. Los más expuestos son:
Agroalimentario: Productos como el vino y el aceite de oliva serán los más perjudicados. EE UU es el segundo mercado para los vinos españoles envasados y el primero para los espumosos, con ventas valoradas en 390 millones de euros en 2024. Por su parte, España exportó más de 1.000 millones de euros en aceite de oliva al país norteamericano. Los consumidores estadounidenses podrían enfrentar precios más altos debido a los aranceles.
Maquinaria y material eléctrico y mecánico: Con exportaciones superiores a los 4.000 millones de euros en 2024, este sector podría sufrir un fuerte impacto por los recargos.
Manufacturas de piedra, vidrio, joyería, metales y sus manufacturas: También con exportaciones destacadas hacia EE UU, superiores a los 1.000 millones de euros.
Por otro lado, sectores como el químico y farmacéutico, con ventas por encima de los 3.000 millones, podrían estar parcialmente exentos de los aranceles, según el acuerdo que contempla un “arancel cero” para bienes estratégicos europeos, incluyendo ciertos productos químicos, componentes aeronáuticos, medicamentos, chips y algunos productos agrícolas.
Efectos secundarios y desafíos para España
El arancel del 15% se aplica a todo el mercado único europeo, lo que implica que España también puede verse afectada indirectamente en productos que exporta a otros países europeos, los cuales luego venden a EE UU. Un ejemplo es el sector del automóvil: aunque España no exporta vehículos terminados, sí provee componentes a países como Alemania, que sí exportan coches a EE UU y enfrentan aranceles reducidos del 25% al 15%.
Además, el conflicto comercial y las tarifas podrían agravar la desaceleración económica europea, dificultando que España y otros países busquen mercados alternativos para su producción destinada a EE UU.
© Reproducción reservada