Tras casi una década de espera y trámites administrativos, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes ha aprobado inicialmente el proyecto de reparcelación del Cerro del Baile, uno de los desarrollos urbanísticos más ambiciosos en la región madrileña en los últimos años. Con esta medida, se abre la puerta a la construcción de 3.664 nuevas viviendas, de las cuales más del 60% estarán sujetas a algún régimen de protección pública.
Esta actuación urbana, coordinada con el plan de urbanización en marcha, transformará más de 1,3 millones de metros cuadrados en una nueva zona residencial dotada de infraestructuras modernas, espacios verdes y equipamientos públicos. El Ayuntamiento se reserva más de mil viviendas que podrán destinarse a políticas de alquiler asequible, venta a precios tasados o programas sociales.
“Se trata de un proyecto estructural que da respuesta a la escasez de vivienda asequible y que además establece un nuevo modelo de colaboración público-privada”, ha señalado Isabel Luaces, CEO de Dilner Abogados y experta en derecho inmobiliario. “Estamos ante un ejemplo claro de cómo la acción municipal puede desbloquear suelo estratégico para ofrecer oportunidades reales a jóvenes y familias”.
El impacto del proyecto va más allá del acceso a la vivienda. El Cerro del Baile también representa un cambio de paradigma en la gestión urbanística, apostando por una planificación equilibrada, sostenible y centrada en la calidad de vida. El diseño urbanístico incluye espacios verdes, equipamientos sociales y medidas de eficiencia energética.
La tramitación definitiva del plan de urbanización se espera para las próximas semanas, tras lo cual podrá iniciarse la ejecución material del proyecto. Con ello, San Sebastián de los Reyes se consolida como uno de los municipios más activos en políticas de vivienda dentro de la Comunidad de Madrid.
La operación también pone de relieve los desafíos estructurales del urbanismo en España: falta de suelo urbanizable, trámites complejos y lentitud administrativa. Expertos como Luaces insisten en la necesidad de simplificar los procesos, ofrecer incentivos fiscales y garantizar una normativa flexible para atraer inversión en vivienda asequible.
Con esta aprobación, el municipio inicia una nueva etapa de crecimiento ordenado, con vocación social y sostenible, que podría marcar el rumbo de futuros desarrollos urbanísticos en la región.
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