El 21 de mayo, Talgo le entregó al Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana Sostenible, dirigido por Óscar Puente, un total de 22 unidades del modelo S106, popularmente conocido como AVRIL, así como comercializado en modalidad AVE y AVLO. Estas máquinas, que prometían ser una gran innovación por su tecnología de ancho variable que les permite circular tanto en ancho convencional como en internacional, a más de 300 km/h, se pusieron en funcionamiento ese mismo día, pero, enseguida, empezaron a dar problemas. Sin embargo, a día de hoy, la mitad de ellos han sufrido problemas de diversa índole y, por ello, se encuentran en reparación. Fuentes del sector afirman que dichas incidencias pueden deberse a que la oferta de Talgo estaba muy por debajo del precio de mercado.
De acuerdo con Cinco Días, la cifra total de incidentes que han tenido lugar desde que el modelo S106 se puso en funcionamiento, el 21 de mayo, hasta el 5 de agosto, cuando tuvo lugar la última gran incidencia, asciende a 479. En otras palabras, cada día se producen de media 6 averías. Además, de las 22 unidades operativas del AVRIL, 14 han requerido el rescate o traslado de sus ocupantes, y 28 trenes sufrieron retrasos de más de una hora.
Diversas fuentes de Renfe le han detallado a la Cadena Ser los fallos técnicos que se están produciendo de manera repetida en los AVRIL:
- Fallos en el sistema de tracción: pantógrafos que bajan a destiempo y caídas de tensión.
- Problemas en el control del tren y las comunicaciones: falsas averías por problemas de comunicaciones y fallos en la gestión al paso por cambiadores de ancho.
- Problemas de estabilidad: inestabilidad de bogies (ruedas y ejes).
- Envejecimiento prematuro del tren.
- Problemas constantes en los procesos de cierre de puertas.
- Ruido excesivo: elevado nivel de ruido interior y exterior.
- Fallos en la megafonía, equipos de restauración y frigoríficos, instalaciones sanitarias (WC) y equipos de climatización.
A causa de estos fallos, ya reportados por Renfe, esta ha visto socavada su reputación y ha anunciado que reclamará 167 millones de euros en concepto de indemnizaciones por los retrasos en las entregas, así como una cantidad aún por determinar en concepto de problemas en los S106. Todo ello vendrá acompañado de diversas acciones legales contra Talgo por no haber cumplido con sus responsabilidades contractuales.
Asimismo, los sindicatos ferroviarios, en concreto SFF-CGT, también han señalado 20 deficiencias que se producen a bordo de los S106 de Talgo. Algunas de ellas afectan a los viajeros y otras coinciden con las expuestas por Renfe:
- Asientos excesivamente rígidos y que no permiten el deslizamiento en algunos casos.
- Exceso de vibraciones en determinados tramos con problemas de amortiguación.
- Exceso de ruido derivado sobre todo de las vibraciones y que obliga a los pasajeros a elevar demasiado el tono de voz.
- El ordenador del interventor está en la cafetería, cuando lo más óptimo es que esté en una sala apartada.
- Hay baños que desprenden un olor desagradable.
- Fallos en el cierre de las puertas exteriores.
- Fallos en la megafonía con sonido acoplado.
- Fallos en el GPS de algunos vagones del tren.
En paralelo a las demoras que generaron los problemas en los mencionados trenes, Puente anunció nuevas condiciones para las indemnizaciones por demora. Ahora, estas son prácticamente iguales a las de su competencia, cuando, hasta hace solo unas pocas semanas, era la que mejor compensaba al cliente en caso de retraso.
Las indemnizaciones destinadas a AVE, Avlo, Alvia, Euromed, Intercity y trenes de Larga Distancia es del 50% del importe del billete en caso de retrasos iguales o superiores a los 60 minutos; y del 100% para las demoras que superen los 90 minutos.
¿De quién es la culpa? Óscar Puente hace declaraciones sobre las incidencias del S106
A día de hoy, Renfe le pide a Talgo la cabeza del máximo responsable del mantenimiento de los trenes con averías, Óscar Puente, tal y como ha indicado El País.
Ayer, el ministro de Transportes declaró que, desde que su cartera hizo públicos los problemas generados por el modelo S106, «Talgo se ha puesto las pilas», pues ha dispuesto un técnico en cada tren y otro en el centro de control de mando. Según él, gracias a ello, la situación ha mejorado: «Llevamos 5 días en los que las incidencias en el S106 se han reducido mucho y ninguna ha sido crítica».
Asimismo, Puente ha indicado que su compra en el año 2016 «fue una decisión muy arriesgada», ya que se trataba de un prototipo. «La realidad es que se hizo una compra de 30 trenes que no existían, pues no era un modelo que estuviera testado en el mercado», ha explicado.
«Ha llegado 8 años después y está dando muchos problemas. Tendremos que intentar solucionarlo, pero no es un problema de Renfe, ni tampoco de Óscar Puente», ha concluido.
Por otra parte, el político considera que el compromiso de puntualidad de Renfe era un «suicidio económico», pues, a causa de este, que hace un mes actualizó a la baja, el año pasado, la mentada empresa destinó 42 millones de euros a la indemnización de los pasajeros.
© Reproducción reservada