La Unión Europea ha decidido imponer aranceles de hasta el 45% a los vehículos eléctricos que lleguen desde China, lo que claramente intensifica las tensiones comerciales con Beijing. A pesar de esta medida, la Comisión Europea ha dejado entrever que todavía están en busca de un acuerdo, afirmando que “las negociaciones con Pekín continúan”.
Fuentes diplomáticas han confirmado que, en una reciente reunión del comité de defensa comercial de la UE, no se logró alcanzar una mayoría cualificada ni a favor ni en contra de la propuesta de aranceles. Esto significa que la Comisión Europea tiene la autoridad para decidir por sí misma. Diez Estados miembros se manifestaron a favor de los aranceles, cinco en contra, y 12 más optaron por la abstención.
Entre los países que apoyaron la imposición de aranceles se encuentran Italia y Francia, mientras que Alemania lidera el grupo de cinco naciones que se opone a esta medida. España, por su parte, se encuentra entre las 12 abstenciones.
El contexto de los aranceles
Estos se establecieron en julio como respuesta a las importaciones de coches eléctricos de China, cuyas producciones están subsidiadas por el Estado. Los aranceles iniciales variaban desde el 7,8% para Tesla hasta el 35,3% para empresas como SAIC, que no colaboraron con la investigación de la UE. Además, hay que tener en cuenta que estos nuevos aranceles se suman al estándar del 10% que la UE ya aplica a las importaciones de automóviles.
La confirmación de estos aranceles, que tendrán una vigencia de cinco años, se produce en un momento crítico, ya que Bruselas y Beijing están en medio de negociaciones para alcanzar un compromiso. En este sentido, la UE parece estar tratando de enviar un mensaje claro sobre su postura en este tema.
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