Iberdrola y Repsol se enfrentan en los tribunales por acusaciones de ‘greenwashing’

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Este jueves, 21 de noviembre, las gigantes del sector energético Iberdrola y Repsol se verán las caras en el Juzgado de lo Mercantil de Santander. El motivo: una demanda presentada por Iberdrola contra Repsol por presunta competencia desleal y publicidad engañosa, al considerar que la petrolera está incurriendo en prácticas de greenwashing, o ecoblanqueo, en sus campañas de sostenibilidad. 

El juicio se celebrará en Santander, ya que allí se encuentra la sede social de la filial de comercialización de energía de Repsol. Aunque la compañía petrolera intentó trasladar el caso a Madrid al dirigirse la demanda contra la matriz, el tribunal rechazó dicha solicitud, manteniendo el juicio en la ciudad cántabra. 

La denuncia de Iberdrola 

La controversia comenzó en febrero de este año, cuando Iberdrola presentó la demanda contra Repsol y sus comercializadoras de productos petrolíferos y de electricidad y gas, identificando a esta última como una competidora directa. La eléctrica acusa a Repsol de actuar de forma engañosa al promover su imagen como una compañía comprometida con la sostenibilidad, cuando, según Iberdrola, sus actividades principales siguen estando centradas en el uso de combustibles fósiles. 

En su demanda, Iberdrola cita varios artículos de la Ley de Competencia Desleal, entre ellos los que regulan los actos de engaño (artículo 5), las omisiones engañosas (artículo 7) y la publicidad ilícita (artículo 18). La compañía eléctrica denuncia que Repsol está utilizando la sostenibilidad como una herramienta de marketing, mientras sigue fomentando el uso de carburantes y mantiene una oferta de productos en los que la sostenibilidad es un aspecto secundario. 

Repsol responde con acusaciones de «nerviosismo» 

Por su parte, Repsol no tardó en reaccionar a la demanda. Josu Jon Imaz, consejero delegado de la compañía, calificó la demanda de Iberdrola como una muestra del «nerviosismo» de la eléctrica, que, según él, intenta frenar el crecimiento de Repsol en el sector eléctrico. Imaz aseguró que la demanda no iba a distraer a Repsol, destacando que la compañía se encuentra en un mercado competitivo y abierto, a diferencia de Iberdrola, que está más acostumbrada a operar en entornos regulados que dependen de la legislación pública. 

«A Repsol no le va a distraer una demanda judicial de una empresa que no está acostumbrada a competir en un mercado abierto, sino que más bien está acostumbrada a moverse en entornos regulados que dependen del Boletín Oficial del Estado. Con esta demanda, carente de fundamento jurídico, lo primero que demuestran es que están nerviosos», señaló Imaz en marzo de este año, durante un evento organizado por Funseam y la Fundación Repsol. 

Un juicio clave para el futuro del sector energético 

Este enfrentamiento legal pone de manifiesto las tensiones entre dos de los actores más poderosos del sector energético español, con implicaciones no solo en el ámbito comercial, sino también en la percepción pública sobre la sostenibilidad en la industria. El caso podría sentar precedentes en cuanto a las prácticas de publicidad y comunicación en el sector energético, donde las grandes corporaciones están cada vez más bajo el escrutinio de los consumidores y las autoridades por sus compromisos medioambientales. 

Este juicio, que se llevará a cabo en las próximas semanas, promete ser un hito importante en la disputa entre las dos gigantes energéticos, cuyas estrategias de marketing y sostenibilidad están ahora en el centro del debate judicial. 

 

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