GettyImagenUn análisis reciente de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) revela que uno de cada cinco españoles recurrirá a financiación para costear sus vacaciones de verano, mediante préstamos o pagos aplazados.
Esta tendencia creciente preocupa a los expertos debido al riesgo que representa para la salud financiera de los hogares, especialmente entre los jóvenes menores de 35 años y quienes tienen ingresos irregulares.
El informe destaca que el presupuesto medio destinado por persona para las vacaciones oscila entre 1.200 y 1.400 euros, tras años de gasto contenido.
Sin embargo, este aumento no se debe a viajes más largos o lujosos, sino al encarecimiento de servicios esenciales del sector turístico, como la hostelería, el transporte y la restauración, afectados por la inflación.
Preocupación por las vacaciones
Ernesto Campos, economista y profesor de la VIU, señala que “la sensación de que ‘necesitamos desconectar’ nos lleva muchas veces a gastar por encima de nuestras posibilidades, especialmente entre los más jóvenes”.
Según el experto, la presión social, la facilidad para acceder a créditos instantáneos y la falta de experiencia financiera hacen que los menores de 35 años y las familias con ingresos inestables sean los más vulnerables a este fenómeno.
La universidad advierte que recurrir a préstamos personales o tarjetas de crédito para financiar el ocio no es una opción recomendable salvo en casos excepcionales.
Campos recuerda que “las vacaciones, al fin y al cabo, son un gasto de disfrute inmediato que no genera valor económico futuro, por lo que asumir una deuda para financiarlas puede tensionar nuestras finanzas sin justificación. El descanso debería dar paz, no facturas pendientes”.
Además, el estudio alerta que esta carga financiera se suma a otros gastos habituales en septiembre, como la vuelta al colegio o el pago de impuestos, lo que puede complicar aún más la situación económica familiar tras el verano.
© Reproducción reservada