España celebra este lunes, 14 de abril, el 33º aniversario de la inauguración de su primera línea de alta velocidad, la histórica conexión Madrid-Sevilla. Desde aquel 1992, en pleno auge de la Expo de Sevilla, el país ha pasado de ser un ambicioso aspirante a convertirse en uno de los líderes mundiales del transporte ferroviario rápido.
La línea Madrid-Sevilla, con sus 470 km, marcó un antes y un después en la movilidad nacional. Fue el primer trayecto operado por los trenes AVE, capaces de alcanzar los 300 km/h, y símbolo de modernización para un país que apostaba por conectar su territorio a la velocidad del futuro.
Una red líder en Europa
Actualmente, España cuenta con más de 4.000 kilómetros de líneas de alta velocidad, la mayor red del continente y la segunda del mundo tras China. El presidente de Adif, Pedro Marco de la Peña, destaca que esta infraestructura no solo ha transformado el transporte, sino que ha estrechado la cohesión territorial, “haciendo que las distancias se midan en tiempo, no en kilómetros”.
Renfe, la operadora histórica, ha convertido su servicio AVE en el principal modo de transporte colectivo de larga distancia en España. Con una flota de 250 trenes de alta velocidad y más de 300 rutas diarias, cubre más de 60 destinos, alcanzando a más del 70 % de la población.
Desde 1992, más de 500 millones de pasajeros han viajado en los trenes AVE, Avant y Alvia. Según Álvaro Fernández Heredia, presidente de Renfe, el AVE ha demostrado ser no solo eficiente, sino también el medio que menos energía consume por unidad transportada en todo el país.
Liberalización y competencia: nuevos actores, más opciones
En 2021, España abrió su mercado ferroviario a nuevos operadores. Primero llegó Ouigo, filial de la francesa SNCF, seguida por Iryo, participada por Trenitalia y Air Nostrum. Esta liberalización ha impulsado la competencia en los corredores hacia Cataluña, Levante y Andalucía, reduciendo tarifas y aumentando la demanda.
Según la CNMC, en 2024 se registraron cerca de 40 millones de viajeros en alta velocidad, un 17,3 % más que el año anterior. Las tarifas bajaron en casi todos los trayectos, salvo en el muy demandado Madrid-Barcelona.
Ouigo ha transportado a más de 16 millones de pasajeros y ampliado su red a 15 destinos, incluyendo Sevilla y Málaga. Su directora en España, Hélène Valenzuela, afirma que “la alta velocidad ya no es un lujo, sino una opción accesible para todos”.
Iryo, por su parte, ha superado los 14 millones de pasajeros, apostando por la sostenibilidad y la experiencia del usuario con sus trenes Frecciarossa. Su CEO, Simone Gorini, subraya el impacto de su llegada a Andalucía, donde rompió el monopolio de Renfe en marzo de 2023.
El futuro: más conexiones, más territorio
Adif ya trabaja en la segunda fase de liberalización, que incluirá los corredores hacia Galicia, Asturias, Cantabria, Cádiz y Huelva. España también se integra cada vez más en los grandes ejes ferroviarios europeos: el Corredor Atlántico y el Corredor Mediterráneo.
33 años después de su primer AVE, España no sólo celebra su pasado ferroviario, sino que acelera hacia un futuro donde la alta velocidad siga siendo sinónimo de progreso, sostenibilidad y unión territorial.
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