Acerinox ha vuelto al foco esta semana tras conocerse que estudia seguir los pasos de Ferrovial y cotizar en Estados Unidos. Así lo ha confirmado su CEO, Bernardo Velázquez, en una entrevista con Bloomberg. Aunque la operación aún está en una fase preliminar, supondría un cambio estratégico de calado: ampliar su base inversora y mejorar su valoración bursátil, aprovechando los múltiplos más elevados que ofrecen empresas comparables al otro lado del Atlántico.
La noticia no ha tardado en trasladarse al mercado. Las acciones de Acerinox se han revalorizado cerca de un 5% en los últimos cinco días, situándose entre los valores más alcistas del Ibex 35. Este repunte coincide con la proximidad de su próximo dividendo, lo que ha reforzado aún más el atractivo para los inversores a corto plazo.
Un dividendo inmediato y expectativas al alza en Acerinox
La compañía abonará 0,31 euros por acción el 18 de julio, con fecha ex-dividendo fijada para el día 16. A precios actuales, la rentabilidad de este pago asciende al 2,8%, un dato especialmente atractivo en el actual entorno de mercado.
Pero el verdadero interés para el inversor está en el medio plazo. El consenso de analistas recogido por FactSet recomienda comprar Acerinox, y estima que la acción podría revalorizarse un 18% en los próximos 12 meses. Además, se espera una mejora sustancial en su política de retribución al accionista.
Para 2026, el mercado prevé un incremento del dividendo hasta los 0,34 euros por acción, lo que supondría un total anual de 0,68 euros, frente a los 0,62 actuales. Esta mejora del 10% elevaría la rentabilidad por dividendo hasta el 6,1%, una cifra muy por encima de la media del selectivo.
Impacto de los aranceles y estrategia internacional
No todo han sido buenas noticias para la acerera. En el primer trimestre de 2025, el beneficio cayó un 80%, hasta los 10 millones de euros, debido al impacto de la incertidumbre regulatoria en Estados Unidos, tras el anuncio de nuevos aranceles promovidos por la administración Trump. Aun así, la dirección de la empresa considera que una salida a bolsa en EE. UU. mejoraría su posicionamiento global.
“Desde 2018, los múltiplos de empresas estadounidenses similares a la nuestra han sido significativamente más altos”, explicó Velázquez a Bloomberg. “Una operación exitosa generaría valor para la compañía”, añadió. Eso sí, la decisión no se tomará antes de consolidar completamente la integración de Haynes International, empresa estadounidense que Acerinox adquirió en febrero de 2024.
Recuperación prevista a partir de 2026
El consenso de analistas de FactSet prevé que el beneficio neto de Acerinox caiga un 14% este año, hasta los 193 millones de euros, pero que a partir de 2026 inicie una clara recuperación. Para ese ejercicio se estima un repunte del 75%, alcanzando 337 millones, y en 2027 el beneficio podría crecer otro 15%, rozando los 390 millones de euros.
Con esta hoja de ruta, Acerinox busca reforzar su perfil financiero, mientras evalúa una potencial entrada en el mercado estadounidense. Una estrategia que podría abrir nuevas puertas para la compañía, en un contexto en el que la visibilidad internacional y la diversificación geográfica cotizan al alza.
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