Las principales empresas tecnológicas de servicios en la nube y de inteligencia artificial (IA) están incrementando su enfoque en la energía nuclear como una solución para satisfacer su gigantesca demanda de electricidad. En menos de un mes, Amazon, Google y Microsoft han firmado acuerdos que abarcan un total de 2,7 gigawatts de capacidad energética, lo suficiente para abastecer a más de dos millones de hogares.
Este cambio hacia la energía nuclear responde al creciente consumo energético de los gigantes tecnológicos, especialmente para sus centros de datos, conocidos como «data centers». Estos centros albergan millones de servidores que permiten almacenar y procesar los datos de millones de usuarios. Con la irrupción del cloud computing y el desarrollo de la IA generativa, la necesidad de capacidades de cálculo masivas se ha disparado, lo que implica una mayor demanda de energía.
Según el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica de Estados Unidos (EPRI), los centros de datos ya consumen aproximadamente el 4% de la electricidad total del país, y esta cifra podría aumentar hasta el 9% para 2030. En este contexto, los tres gigantes del cloud (Microsoft, Google y Amazon), que controlan dos tercios del mercado mundial, también se han comprometido con ambiciosos objetivos medioambientales. Amazon ha prometido alcanzar la neutralidad de carbono para 2040, mientras que Google apunta a lograrlo para 2030, y Microsoft se ha comprometido a tener un balance negativo de carbono para esa misma fecha.
Hasta ahora, estas empresas se apoyaban principalmente en energías renovables, como la solar y la eólica, con Amazon liderando las compras globales de energía verde. Sin embargo, la naturaleza intermitente de estas fuentes ha llevado a los gigantes tecnológicos a buscar alternativas más fiables. «La energía renovable por sí sola no es suficiente porque es intermitente», explicó recientemente Bill Gates, quien ha invertido en energía nuclear.
Microsoft ha optado por la energía nuclear convencional, firmando un acuerdo con la empresa Constellation para reactivar una planta nuclear en Three Mile Island, Pensilvania. Por su parte, Google y Amazon han apostado por los reactores modulares pequeños (SMR), que son más compactos y potencialmente más fáciles de instalar que los reactores nucleares tradicionales. Además, Amazon ha dado un paso más al adquirir una participación en la startup X-energy, especializada en estos reactores innovadores.
Esta creciente «necesidad» de energía nuclear subraya el desafío que enfrentan las tecnológicas para equilibrar su acelerado crecimiento con sus compromisos ambientales.
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