En un contexto de márgenes estrechos y oportunidades de crecimiento limitadas, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha dejado claro que la consolidación bancaria en Europa es una necesidad, pero no bajo las condiciones actuales. Durante el foro Women, Money and Power, organizado por Bloomberg, Botín explicó que, aunque las fusiones transfronterizas serían una solución para ganar escala, la ausencia de una verdadera Unión Bancaria en la UE las hace casi imposibles.
Fusiones bloqueadas por las reglas del juego
“Los números no salen”, sentenció Ana Botín, haciendo referencia a la falta de armonización financiera en la eurozona. Según ella, el problema es estructural: “Si tienes un euro, pero en una crisis se convierte en el euro de Alemania o en el euro de Italia, no funciona”. La presidenta del Santander recordó cómo la crisis de 2008 evidenció estas debilidades, y afirmó que, sin cambios significativos, las fusiones transfronterizas seguirán siendo “muy difíciles”.
A pesar de esto, Botín no descarta movimientos en el mercado bancario. En su opinión, la necesidad de escalar, mejorar la rentabilidad y buscar nuevas vías de crecimiento impulsará cierta actividad, aunque dentro de las limitaciones actuales.
Una pausa en la regulación: el pedido de Europa
Otro tema clave de su intervención fue la necesidad de detenerse a reflexionar sobre el ritmo y la efectividad de la regulación en Europa. Botín recordó su reciente participación junto a Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, en un evento organizado por el Santander, donde propuso una pausa en la creación de nuevas normativas.
“No se trata de revertir ni cambiar las reglas actuales, sino de entender qué se ha hecho hasta ahora, cuáles han sido las consecuencias y revisar el mandato de los supervisores”, explicó Botín. Comparó el volumen regulatorio entre continentes: mientras que Estados Unidos ha implementado 5.000 cambios regulatorios en los últimos cinco años, Europa ha superado los 13.000.
Un mandato equilibrado de Ana Botín para el crecimiento sostenible
Ana Botín cerró su intervención subrayando la importancia de un enfoque equilibrado: “Los supervisores deben proteger a los consumidores, pero también fomentar el crecimiento sostenible”. Para ella, ese equilibrio será esencial para que el sector bancario europeo pueda responder a los retos actuales y aprovechar las oportunidades futuras.
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