Avenue Capital, el fondo estadounidense fundado por Marc Lasry y Sonia Gardner, dos pesos pesados en el mundo de la inversión global, ha llegado a un acuerdo clave para salvar y relanzar Rocersa, el grupo cerámico castellonense que lleva años capeando temporales. La operación incluye una reestructuración de más de 40 millones de deuda con Banco Santander, nuevas garantías y una inyección de capital de 20 millones de euros.
Este movimiento llega tras meses de búsqueda de soluciones: a principios de 2025, Lazard recibió el encargo de encontrar alternativas estratégicas para el futuro de la empresa. Y el cierre del acuerdo se ha producido este junio, con la presentación formal ante el Juzgado de lo Mercantil Nº1 de Castellón, con el despacho Leopoldo Pons liderando el proceso de reestructuración.
Santander, a través de Santander Alternative Leasing, es el mayor acreedor de Rocersa, aunque otros bancos también han dado el visto bueno al plan. El acuerdo incluye una ampliación de capital dividida en dos fases: 17 millones ya se aportaron en diciembre, y ahora se han sumado otros 3 millones. Además, se ha renegociado deuda por 43 millones, principalmente a corto plazo.
¿Y ahora qué?
El plan está sujeto a homologación judicial, pero ya hay una hoja de ruta clara. Bajo la dirección de Hazem Hayani (ex Deloitte y Lloyds Bank), Rocersa apunta a facturar 100 millones en 2027. En 2024 cerraron con 73 millones en ingresos. Ligeramente por encima del año anterior, pero aún lejos de los 93 millones pre-COVID.
El objetivo: pasar página de los años duros marcados por costes energéticos disparados, subidas de tipos y una caída de la demanda internacional. La compañía, en palabras propias, dice estar en una «muy buena posición para afrontar con éxito el nuevo ciclo económico». Aunque no ha querido publicar aún datos de ebitda ni beneficio neto de 2024. En este proceso, Garrigues ha sido su asesor legal de cabecera.
Un sector que empieza a respirar
La operación de Rocersa no es un caso aislado: la industria azulejera de Castellón, la más potente de Europa en baldosas, empieza a levantar cabeza. El sector fue golpeado por la subida del gas y la desaceleración en mercados clave, pero ahora ve la luz.
La entrada de Avenue en Rocersa en 2018 fue parte de un rescate mayor, después de que la firma azulejera entrase en crisis tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. El fondo norteamericano apostó fuerte y en 2020 compró también Azulev. Que opera bajo la marca Sanchis Home. Esta última aún debe reestructurar su deuda, algo previsto para el último trimestre de este año.
En cifras: el sector cerró 2024 con ventas de 4.819 millones de euros, un leve descenso del 0,9%, pero con un ebitda de 924 millones. Lo que supone un +39%. El margen operativo (ebitda/ventas) fue del 18,3%, una señal de que la rentabilidad mejora incluso con menos ingresos. Además, por primera vez desde 2022, aumentó la producción y el empleo.
Pero no todo es optimismo: la amenaza viene ahora de fuera. Estados Unidos, el principal mercado exterior para las baldosas españolas, podría endurecer su política arancelaria. Aunque la esperanza del sector es que los aranceles se enfoquen en la competencia asiática. Dejando intacto el duelo clásico con Italia, su rival más directo en producto premium.
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