El Banco de España expresó sus preocupaciones sobre el Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo presentado por el Gobierno, señalando que no aprovecha adecuadamente la actual coyuntura económica favorable para adelantar el esfuerzo fiscal de manera anticíclica.
En su Informe de Estabilidad Financiera, publicado este martes, el organismo destaca que el plan presenta un perfil temporal que favorece el cumplimiento en los primeros años, pero que se torna más restrictivo en la fase final, entre 2028 y 2031.
El Plan Fiscal, anunciado el 15 de octubre, propone un ajuste estructural del 0,4% del PIB anual durante siete años, lo que permitirá reducir la deuda pública de manera progresiva.
La recomendación del Banco de España
Este ajuste es ligeramente inferior al recomendado por el Banco de España, que lo había estimado en un 0,5% del PIB anual.
Sin embargo, el Banco advierte que la distribución temporal del esfuerzo fiscal hace que el cumplimiento del plan sea más fácil en sus primeros años y más complicado hacia el final.
Según el Gobierno, entre 2025 y 2028, España experimentará un crecimiento económico promedio del 3,4%, lo que permitirá una expansión del gasto primario en torno al 3,7% en 2025, descendiendo gradualmente hasta un 2,4% en 2031.
No obstante, el Banco de España sostiene que esta evolución no aprovecha el contexto económico favorable, lo que limita la posibilidad de reducir la deuda pública de forma más anticipada.
En su informe, el Banco de España enfatiza que es esencial ejecutar este plan fiscal con rigor y diligencia, especialmente si se considera la necesidad de generar espacio fiscal para mitigar posibles perturbaciones económicas.
La correcta implementación de este plan y las reformas estructurales asociadas son vistas como cruciales para evitar que la deuda pública siga creciendo y para proteger la estabilidad económica a largo plazo.
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