BBVA ha reforzado su ofensiva para culminar la fusión con Banco Sabadell con la creación de una estructura organizativa interna compuesta por cinco divisiones especializadas, según adelanta Expansión. La medida se produce antes incluso de que se inicie el periodo oficial de aceptación de la opa, aún pendiente de aprobación por parte de la CNMV.
La entidad presidida por Carlos Torres ha segmentado la oficina de integración, dirigida por Jordi García Bosch, en cinco grandes áreas: Integración de Negocio, Tecnológica, Operaciones, Recursos Humanos y Financiera. Cada una está liderada por directivos clave del propio BBVA, evitando fichajes externos y apostando por perfiles con conocimiento profundo del mercado nacional.
Entre los nombres destacados figuran Antonio Viejo Bermejo, actual director de Transformación de Datos e Ingeniería, al frente del área tecnológica, y Rafael Pintado García, que liderará la integración del negocio desde su posición en la dirección territorial catalana.
El objetivo de esta reestructuración es claro: acelerar los trabajos técnicos y estratégicos necesarios para integrar Sabadell en el menor tiempo posible una vez se obtengan los permisos regulatorios. Según consta en el folleto de la opa enviado a la SEC estadounidense, BBVA prevé cerrar la fusión entre seis y ocho meses después de formalizar los acuerdos con el consejo de Sabadell, lo que situaría el cierre de la operación en la primavera de 2026.
Deloitte se suma al equipo asesor
Además del equipo interno, BBVA ha reforzado la oficina de integración con los servicios de Deloitte, que actuará como consultora estratégica. Esta firma se suma a un elenco de asesores de alto nivel, entre los que figuran JPMorgan, UBS, Rothschild, Mediobanca y el despacho legal Garrigues.
JPMorgan y UBS, con experiencia previa en intentos de fusión entre BBVA y Sabadell, vuelven a desempeñar un papel relevante. Rothschild y Mediobanca han sido incorporados recientemente, debido a sus vínculos con la cúpula del banco comprador y su trayectoria en operaciones complejas.
BBVA también mantiene conversaciones con empresas externas para obtener datos detallados sobre las cuentas y operaciones de Sabadell, lo que permitirá afinar los escenarios de integración y minimizar riesgos.
Una integración estratégica y meticulosa
El proceso se plantea como una operación de alta precisión, en la que la recogida y análisis de datos será clave para tomar decisiones sobre solapamientos operativos, sinergias y reestructuración de personal.
A pesar de que la opa aún no ha sido autorizada por la CNMV, BBVA demuestra con estos movimientos que su intención de adquirir Sabadell no es solo firme, sino que ya está en marcha a nivel técnico y organizativo.
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