España sufrió un apagón sin precedentes que dejó a millones de personas sin suministro durante varias horas. El fallo, originado por una combinación de oscilaciones de frecuencia, desconexiones masivas de generación y la falta de respaldo inmediato, reavivó el debate sobre la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Pero también puso sobre la mesa una gran interrogante: ¿habría podido el hidrógeno verde evitar esta situación?
Lo cierto es que el hidrógeno verde aún no está desplegado a gran escala en España, por lo que no pudo jugar ningún papel durante el apagón. Así lo confirma el director del Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), Emilio Nieto Gallego: “Al no existir hidrógeno como para que pudiera hacer de back-up en este episodio, no ha podido jugar ningún papel”.
Sin embargo, Nieto se muestra optimista sobre el futuro. “Lo que sí es claro es que el hidrógeno es una solución para este tipo de falta de suministro, y puede emplearse para poder solventar esta problemática cuando aparezca, hasta que se puedan restaurar.” A lo que matiza que, “de haber existido hidrógeno almacenado disponible para poder transformarlo en energía, se hubiera podido actuar para solucionar el apagón”.
Desde la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), su presidente, Javier Brey, coincide en que “el episodio del apagón nacional evidenció la necesidad de dotar al sistema eléctrico de mayor flexibilidad, capacidad de almacenamiento y resiliencia”. Aunque reconoce que el despliegue del hidrógeno está aún en fases tempranas, señala que en un escenario más desarrollado “habría podido contribuir a mitigar los efectos del apagón, acelerando la recuperación del suministro y reforzando la estabilidad de la red”.
Brey destaca que “el hidrógeno tiene la capacidad de absorber los excedentes de generación renovable, especialmente solar y eólica, y almacenarlos en forma de energía química para su uso posterior”. En este sentido, defiende que esta función lo convierte en una herramienta estratégica para el almacenamiento a medio y largo plazo. “Tecnologías como los motores de combustión interna o las turbinas adaptadas al hidrógeno podrían actuar como respaldo para aportar inercia y ayudar a mantener la frecuencia del sistema eléctrico en momentos críticos”, enfatiza.

Hidrógeno verde
OPORTUNIDAD ECONÓMICA
Para analizar el potencial de esta tecnología, es fundamental poner la lupa en su impacto económico. El estudio titulado La economía del hidrógeno verde. Predicción de la agenda de descarbonización del mañana de PwC revela que su coste está descendiendo rápidamente. Actualmente, la producción en Europa oscila entre 3 y 8 €/kg, y en zonas como Australia, África o el sur de España, puede bajar hasta los 3-5 €/kg. Las previsiones apuntan a una reducción del 50% para 2030 y a cerca de 1 €/kg en 2050 en los entornos más competitivos, lo que lo situaría por debajo de otras tecnologías de respaldo como el gas o las baterías.
España, gracias a su combinación privilegiada de sol y viento, se posiciona como uno de los países con mayor potencial para producir hidrógeno verde a bajo coste. Así lo reconoce el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) que, en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), ha fijado como objetivo alcanzar los 12 GW de capacidad de electrólisis en 2030, triplicando la meta inicial.
Para lograrlo, se están movilizando recursos públicos y privados. En el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el Gobierno español ya asignó 1.214 millones de euros a siete clústeres de hidrógeno renovable. Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Energías Comerciales y Limpias de Moeve, Carlos Barrasa, desveló que la compañía prevé iniciar en Huelva la construcción del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, con una inversión de unos 1.200 millones de euros.
El Ministerio explica a Business People que, en conjunto, “estos siete clústeres sumarán 2.278 MW de potencia de electrólisis en 11 instalaciones y movilizarán inversiones cercanas a los 5.000 millones de euros”. Además, crearán unos 9.000 empleos directos y unos 11.000 indirectos durante la construcción y la operación. El hecho de que el 90% de los electrolizadores utilizados sean de fabricación europea representa una oportunidad estratégica para consolidar una cadena de valor regional basada en la autonomía tecnológica, la sostenibilidad y la innovación industrial.

Sara Aagesen Muñoz, Vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España
AVANZANDO AL LIDERAZGO
Para tomar la cabecera del sector, resulta imprescindible garantizar precios competitivos y optimizar infraestructuras. El Ministerio subraya que “las energías renovables son precisamente las que nos están llevando a contener los precios en las facturas de electricidad, lo que representa una ventaja fundamental en términos de competitividad”.
Además, la entidad pública recalca que “la apuesta de este Gobierno por las renovables nos ha llevado a lograr que casi el 57% de nuestra producción eléctrica proceda de fuentes renovables, lo que nos ha permitido ahorrar 10.000 millones de euros durante la crisis energética…”.
En este contexto, España parte con ventajas estructurales evidentes. Para el director del CNH2, se trata de “una de las oportunidades que nunca hemos tenido. Poder ser parte activa de una revolución industrial”.
Ahora bien, ese liderazgo potencial sólo podrá materializarse si se logran superar barreras estructurales: coste de producción, regulación en evolución, falta de coordinación y desajuste entre oferta y demanda.
Nieto advierte que, sin un enfoque integral, muchos proyectos pueden verse comprometidos. Por ello, aboga por un desarrollo escalonado que combine grandes infraestructuras estratégicas con proyectos locales que aporten flexibilidad y capilaridad territorial.

el director del Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), Emilio Nieto Gallego
En paralelo, el progreso tecnológico será determinante para reducir costes y mejorar rendimiento. Nieto explica que “todas las tecnologías evolucionarán… Tanto la alcalina como la polimérica o la aniónica están trabajando en desarrollar electrolizadores que puedan operar a mayor temperatura y presión”.
Por último, tanto el CNH2 como la AeH2 coinciden en que el despliegue efectivo del hidrógeno verde pasa necesariamente por una colaboración sólida entre administraciones públicas, centros de investigación y empresas. “No estamos en un momento de competir, sino de colaborar”, resume Nieto.
MÁS QUE UNA PROMESA
Javier Brey, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DEL HIDRÓGENO (AEH2), ANALIZA LA EVOLUCIÓN DEL ECOSISTEMA NACIONAL Y EL PAPEL QUE ESPAÑA PUEDE DESEMPEÑAR EN EL LIDERAZGO EUROPEO

Javier Brey
¿Cuál es el estado actual del ecosistema del hidrógeno en España?
En los últimos cinco años, el ecosistema del hidrógeno en España ha pasado de una fase incipiente a un despliegue real del hidrógeno. Ya hay más de 360 proyectos identificados -167 de carácter comercialque podrían sumar más de 12 GW de electrólisis en 2030, una cifra plenamente alineada con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Destacan iniciativas como los siete Valles H2, con más de 2.200 MW y 6.000 millones de euros movilizados, y la participación destacada en la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno. Todo ello pone de manifiesto que el hidrógeno renovable ya no es una promesa a futuro, sino una realidad en construcción.
¿Qué sectores tienen más potencial para adoptarlo?
Principalmente, industrias que ya usan hidrógeno como materia prima; este hidrógeno de origen fósil puede, de un modo casi directo, ser sustituido por otro de origen renovable. Además, el hidrógeno renovable es una pieza clave para la descarbonización de aquellos sectores que no pueden electrificarse fácilmente. En España, estos sectores requieren soluciones sostenibles para procesos que demandan altas temperaturas o grandes volúmenes de energía; se presenta como la opción más eficiente y escalable. AeH2 trabaja con las administraciones para alinear políticas y fomentar demanda real en estos sectores. Es fundamental que estas políticas comiencen a incentivar la demanda de hidrógeno en distintas industrias, lo que permitirá avanzar de manera efectiva hacia los objetivos de descarbonización nacionales.
¿Es necesario realizar cambios en la regulación o en la política fiscal para fomentar la inversión en este sector?
Contar con un marco regulatorio claro, estable y adaptado a la realidad del sector hidrógeno es fundamental para que España pueda aprovechar plenamente su potencial y consolidarse como referente en Europa. Aunque se han dado pasos, aún es necesario avanzar en diferentes direcciones. Por ejemplo, la pronta transposición de la Directiva de Energías Renovables (RED III), que en la mayoría de los países comunitarios va con retraso, es un aspecto crucial para clarificar las obligaciones, las responsabilidades y los mecanismos de certificación, lo que permitirá a los promotores y a los inversores tomar decisiones con mayor seguridad y cerrar contratos de suministro a largo plazo. Además, también resulta imprescindible simplificar y armonizar los procedimientos administrativos para reducir los plazos de tramitación, alineándolos con los estándares europeos y facilitando un entorno más atractivo para la inversión.
¿Qué acciones debe emprender España para consolidarse como líder en el mercado europeo en la próxima década?
España reúne condiciones excepcionales para ocupar un papel protagonista en el desarrollo del hidrógeno en Europa. Contamos con recursos renovables, puertos, infraestructura y una cadena de valor creciente. Para consolidar ese liderazgo hacen falta visión estratégica, estabilidad normativa, apoyo público-privado y creación de demanda. Si se trabaja en sintonía con Europa, España podrá destacar no solo en capacidad instalada, sino también en innovación, tecnología e industria.