Bank of America (Bofa) anticipa para 2025 un entorno económico marcado por la volatilidad en los mercados, principalmente debido a la incertidumbre generada por las políticas comerciales de la administración del presidente electo de EEUU, Donald Trump.
A pesar de esto, el banco estadounidense considera que la economía de Estados Unidos continuará siendo fuerte, descartando la posibilidad de una «burbuja financiera».
En cuanto a los tipos de interés, espera que continúen bajando, así como una caída de los precios del petróleo, que se estabilizarán con un exceso de oferta.
En su presentación de previsiones para 2025, destacaron la fortaleza de la economía estadounidense.
Según sus proyecciones, el índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York podría cerrar 2025 con una subida del 10%, alcanzando los 6.666 puntos.
Uno de los riesgos más destacados para la economía global en 2025 será la política comercial de EE. UU., en particular los aranceles que se doblarán, excepto para México y Canadá.
«La política comercial jugará un papel fundamental», indicó el economista jefe para Europa, Rubén Segura-Cayuela, quien también señaló que la inflación estadounidense seguirá siendo alta, lo que hará difícil que se alcance el objetivo del 2% antes de 2026.
Lo que ve Bofa para España
Por otro lado, en Europa, las perspectivas económicas son menos optimistas.
El centro de Europa se mantendrá débil, especialmente en Alemania y Francia, que experimentarán un crecimiento muy débil.
Segura-Cayuela señaló que España enfrentará el reto de lograr el equilibrio en los próximos dos años: «El comportamiento de la inversión, a pesar del plan de recuperación, ha sido extremadamente débil».
«Generalmente, estamos escépticos sobre España, pero nos centramos en las partes más defensivas del mercado», explicó Sebastian Raedler.
En cuanto a la inflación en la eurozona, se espera que caiga al 1,6%, lo que llevaría al Banco Central Europeo a reducir los tipos de interés en 2025.
En lo que respecta a las materias primas, los analistas prevé una desaceleración en la demanda de petróleo, con un precio del barril de Brent estabilizado en torno a los 65 dólares, mientras que el oro podría alcanzar los 3.000 dólares la onza.
Por otro lado, advirtió que la situación del gas y la electricidad en Europa será «muy ajustada», debido a la incertidumbre en el acuerdo de tránsito de gas entre Ucrania y Rusia.
© Reproducción reservada