El grupo financiero francés BPCE ha ganado la batalla para comprar Novo Banco, el banco portugués, en una operación valorada en nada menos que 6.400 millones de euros. Esta compra no es cualquier cosa: se trata de una de las transacciones transfronterizas más importantes en el sector bancario europeo en los últimos años, un movimiento que puede cambiar el panorama de la banca en la región.
BPCE, el segundo banco más grande de Francia, logró imponerse a la candidatura de CaixaBank, que también estaba interesado y había contratado a firmas de renombre como Morgan Stanley y Deloitte para valorar la entidad portuguesa. Al final, BPCE firmó un memorando de entendimiento para adquirir el 75% de Novo Banco a Lone Star, la firma estadounidense de capital privado que hasta ahora controlaba la mayoría del banco. Pero esto no termina aquí: BPCE también está negociando la compra de las participaciones del Gobierno portugués (11,5%) y del Fondo de Resolución Bancaria Portugués (13,5%), lo que reforzaría aún más su control sobre la entidad.
Novo Banco pasará a ser de BPCE en 2026
El banco portugués pasará a formar parte del grupo francés a partir de 2026, según un comunicado oficial enviado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios de Portugal (CMVM). Desde Novo Banco destacan que esta venta directa a BPCE representa una «clara oportunidad estratégica» y que unirse a uno de los grupos financieros más sólidos de Europa les posiciona para un futuro prometedor.
Desde la perspectiva de BPCE, esta adquisición supone una doble diversificación muy importante: por un lado, amplían su presencia en una economía dinámica como la portuguesa, y por otro, mejoran su perfil financiero al aumentar la proporción de préstamos a tipo de interés variable, un factor que puede elevar sus ingresos y reducir riesgos frente a las fluctuaciones del mercado. Además, esta compra está en línea con la estrategia corporativa del grupo llamada «Visión 2030», que busca expandirse no solo en Francia sino también por toda Europa y otros mercados globales mediante inversiones estratégicas. El grupo confía en mantener un ratio de capital CET1 superior al 15%, indicador clave para la solvencia bancaria y la confianza del mercado.
Momento importante en el mundo bancario
La operación se produce en un momento donde la consolidación bancaria en Europa se ha convertido en una prioridad para el sector financiero, que necesita ganar músculo para competir con gigantes americanos y asiáticos. Esta necesidad ha sido reforzada por informes recientes como los de Draghi y Letta, que han llamado a la unión de fuerzas entre bancos europeos para aumentar su competitividad y eficiencia.
Además, la compra de Novo Banco por parte de BPCE refuerza la posición de este grupo, que incluye marcas importantes como Banque Populaire y Natixis, y demuestra su capacidad para hacer movimientos estratégicos de gran calado en el mercado europeo.
En definitiva, esta operación no solo representa una inversión millonaria, sino también un paso estratégico clave para la banca europea, donde la colaboración y la expansión transnacional pueden marcar la diferencia en un sector cada vez más competitivo y globalizado.
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