GettyImagenCaixaBank obtuvo un beneficio neto de 1.470 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un aumento interanual del 46,2% y supera los 1.077 millones que esperaba el consenso de analistas de Bloomberg. Su cuenta crecería un 6,9% de haber repetido el cargo de 493 millones de ‘impuestazo’ que el año pasado se devengaba íntegro en el primer trimestre. Este año, el impuesto se periodifica y ha pagado 148 millones, que se elevarían a 592 millones en el ejercicio si repite el mismo pago en cada trimestre.
La entidad atribuye la mejora de la cuenta al impulso de la actividad en un entorno de tipos de interés a la baja, que ya estrecha el margen por clientes. Su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) aumentó hasta el 16,5% desde el 13,4% comparable (se limita al 15,4% con el devengo lineal del impuesto a la banca que deberá dotar igualmente en próximos trimestres).
El consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, valoró que la entidad arranca el nuevo plan estratégico con «un avance significativo» en los objetivos: «Estamos acelerando el crecimiento de la actividad; impulsando la transformación de nuestras operaciones y la inversión en el negocio; hemos reducido los saldos dudosos, y mantenemos unos elevados niveles de liquidez y capital», subrayó el banquero en un comunicado.
El Plan Estratégico 2025-2027 de la entidad aspira a rebasar el 16% de rentabilidad a su término con crecimientos del 4% anual en las principales rúbricas de negocio –crédito y recursos de clientes, captar 800.000 clientes netos y distribuir al inversor entre el 50% y 60% del beneficio vía dividendos, entre otros hitos.
En ambos epígrafes, crece un 0,8% en apenas tres meses, frente a diciembre de 2024, y amplía su expansión al 8,5% en el volumen de recursos de clientes administrados y el 2,9% en la cartera de crédito sana en la comparativa interanual. Además, logró captar casi 340.000 nuevos clientes en España, informó la entidad.
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