China reaccionó a la guerra comercial de EEUU. El Ministerio de Finanzas del gigante asiático anunció que elevará sus propios aranceles a bienes estadounidenses hasta el 84%.
Se trata de un incremento adicional del 50%, frente al 34% anterior, que entrará en vigencia el jueves 10 de abril.
A partir de las 6 de la mañana (hora peninsular) del miércoles 9 de abril, entró en vigor una batería de aranceles masivos que apunta directamente a medio planeta, con China en el punto de mira y un 104% de sobrecoste para sus productos.
Sí, has leído bien. Estados Unidos arranca lo que ya muchos ven como la mayor guerra comercial del siglo, y lo hace sin medias tintas: subiendo impuestos a saco a su propia población con el objetivo de bloquear importaciones y meter presión a sus socios comerciales.
“La escalada arancelaria de EEUU contra China agrava la injuria, infringe gravemente los derechos e intereses legítimos de China y socava gravemente el sistema de comercio multilateral basado en normas”, señala el comunicado oficial del Ejecutivo chino.
La posición, sin embargo, es desestimada por Washington. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que “China tiene las de perder en la guerra comercial”, acusando a la nación asiática de tener “la economía más desequilibrada de la historia del mundo moderno”.
«Si Estados Unidos realmente busca resolver el problema a través del diálogo y la negociación, debe demostrar una actitud de igualdad, respeto y reciprocidad», dijo el portavoz chino Lin Jian, recoge la agencia estatal de noticias.
España revisa sus números
El Banco de España revisará a la baja su previsión de crecimiento del PIB para este año debido al impacto de los aranceles impuestos por EE. UU., según ha confirmado su gobernador, José Luis Escrivá, en una entrevista en TVE. La estimación actual del 2,7% se reducirá, aunque aún no se ha determinado en cuánto. Escrivá ha subrayado la elevada incertidumbre y ha descartado una recesión, pero ha advertido de posibles efectos en inflación, demanda, consumo, inversión y empleo.
A pesar del impacto, el gobernador del Banco de España ha descartado un escenario de recesión: «No hablaría de recesión en ningún caso», ha subrayado, aunque ha admitido que la perturbación de oferta derivada de los aranceles puede provocar una caída en la demanda, el consumo y la inversión, lo que empujaría a los precios a la baja.
Sobre la inflación, ha señalado que, si bien converge hacia el 2% en Europa, podría registrarse una subida temporal. En cuanto al empleo, Escrivá ha anticipado una posible desaceleración: «Lo lógico es que haya una desaceleración, aunque los próximos datos puedan ser muy buenos porque recogen aún la tendencia previa a los aranceles», ha matizado.
Trump quiere que los países paguen aranceles
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, lo dejó claro en rueda de prensa: esto va pa’lante sin pausa. Ni Elon Musk ni el inversor Bill Ackman han logrado frenar la jugada con sus llamamientos a negociar. Trump no está para acuerdos multilaterales ni para buscar una tregua. Él quiere que los países paguen por lo que, según su equipo, Estados Unidos aporta al mundo.
Stephen Miran, jefe del Consejo de Asesores Económicos, lo resumió en tres opciones bastante locas: o los países aceptan sin rechistar los aranceles, o se convierten en clientes VIP de energía y armas made in USA, o directamente mandan “cheques” a Washington como si fuese una suscripción a servicios premium.
¿Ejemplos? Corea del Sur, que está en plena precampaña electoral, ya habría ofrecido compras masivas de gas natural licuado, y Trump también quiere que paguen por la protección militar estadounidense. Así, sin disimulo.
Europa no se libra de Trump
Y Europa tampoco se libra. La Comisión Europea propuso quitar casi todos los aranceles a productos estadounidenses, y aunque Musk lo aplaudió, en la Casa Blanca no lo ven ni cerca de suficiente. El asesor de comercio Peter Navarro (al que Musk, por cierto, llamó “más tonto que un saco de ladrillos”) llegó a decir que lo ideal sería que la UE eliminase el IVA o al menos se lo perdonase a los productos de EEUU, para darles ventaja en Europa.
Todo esto se complica aún más con la visión que tiene Trump sobre los aranceles. Lleva años diciendo que no los pagan los estadounidenses (cuando en realidad sí lo hacen, con precios más altos), sino que lo pagan los países exportadores. Básicamente, cree que gracias a estas tasas, el resto del mundo va a mandarle millones a EEUU.
Spoiler: eso no va a pasar. Pero mientras Trump siga convencido de que es así, no tiene ninguna prisa por negociar. Si no le ofrecen algo mejor, esos aranceles seguirán firmes. Y mientras tanto, se avecina un terremoto global en el comercio. Agárrate.
La bolsa cae por aranceles
Los nuevos aranceles de Trump, incluido un 104% a productos chinos, han desatado una oleada de ventas en los mercados globales. Las bolsas caen con fuerza, el dólar se debilita, el petróleo retrocede y el oro sube como refugio. El S&P 500 acumula pérdidas históricas y los analistas advierten de una incertidumbre económica sin precedentes por la guerra comercial.
El Nikkei japonés pierde más del 4% y acumula un 12% de retroceso en una semana, mientras que el Euro Stoxx 50 y los futuros del Ibex anticipan pérdidas superiores al 3%. Wall Street también sigue en descenso por quinto día consecutivo, con el S&P 500 acercándose a un mercado bajista tras perder casi 6 billones de dólares en capitalización desde el anuncio inicial.
© Reproducción reservada