Un total de 13.638 pequeños negocios han cerrado en España en el último año, lo que equivale a casi 37 cierres diarios, según los últimos datos de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae).
Cataluña lidera la lista con 2.454 cierres, seguida de Andalucía (-2.335), la Comunidad de Madrid (-1.539), Galicia (-1.187) y Castilla y León (-1.109).
Un incremento de los alquileres
Según Uatae, el incremento desmedido de los alquileres de locales es una de las causas estructurales más determinantes detrás de esta oleada de cierres. La secretaria general de la organización, María José Landaburu, destacó que el 43% de los autónomos que pagan alquiler destinan entre un 25% y un 50% de sus ingresos netos al pago del local.
“Aún más revelador es que para un 47% de los autónomos el alquiler se ha convertido en el principal coste profesional. Esta presión asfixiante erosiona la viabilidad de miles de pequeños comercios, especialmente en grandes ciudades, donde la especulación inmobiliaria y la transformación de locales en viviendas turísticas tensionan todavía más el mercado”, explicó Landaburu.
Uatae subraya que el pequeño comercio, motor de barrios y pueblos, sufre una “tensión constante” que pone en riesgo el equilibrio territorial y la sostenibilidad frente a las grandes corporaciones. “Cada persiana que se baja es un golpe a la vida de los barrios y al modelo de ciudad sostenible que queremos defender. No hablamos solo de cifras: detrás de esos 37 cierres diarios hay autónomos que han puesto su esfuerzo, su ahorro y su futuro en un proyecto que el mercado inmobiliario ha hecho inviable”, añadió la secretaria general.
Para frenar esta sangría, Landaburu pidió políticas que regulen los precios abusivos de alquiler, planes de digitalización para que el pequeño comercio pueda competir en condiciones justas y límites a la libertad horaria de grandes superficies, que operan en detrimento del comercio de proximidad.
Según Uatae, este fenómeno no es coyuntural, sino estructural, y advierten que si no se actúa, los 13.600 cierres anuales podrían ser solo el principio de una desertificación comercial que empobrecerá al conjunto de la sociedad.
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